A Bruno, tener alma viajera le costĂł la vida. El oso traspasĂł en 2006 la frontera italiana para viajar a Austria y de allĂ a Baviera. No llevaba provisiones asĂ que a su paso atacĂł a 25 ovejas, 4 cabras y varias gallinas y conejos. Las colmenas que encontrĂł tampoco quedaron indemnes. Los vecinos de la zona pronto trasladaron su temor a las autoridades que no dudaron en considerar a Bruno como un peligroso enemigo.
Pese a los intentos iniciales por capturar al oso con vida, finalmente Bruno cayĂł abatido unos dĂas despuĂ©s. Era el primer oso en libertad en Alemania desde 1835, pero la seguridad ciudadana pesĂł mĂĄs que cualquier otra razĂłn de tipo medioambiental o sentimental.
Las aventuras del plantĂgrado dieron la vuelta al mundo. Alemania acaparaba por aquellos dĂas las portadas gracias al Mundial de FĂștbol, mientras que el protagonismo en las âotras crĂłnicasâ se las debĂa a Bruno.
Desde JapĂłn, Eiko Ishizawa seguĂa con interĂ©s las noticias sobre el oso. «Era una historia fantĂĄstica y realmente trĂĄgica. Un oso que cruzaba las fronteras generĂł un gran revuelo en diversos paĂses y provocĂł sentimientos encontrados entre las personas que temĂan al oso y entre los que lo querĂan y deseaban que se salvara», nos cuenta Eiko por mail. Años despuĂ©s, la artista quiso rendir su particular homenaje a Bruno. «PensĂ©, primero, en crear una escultura». Al poco tiempo, abandonĂł la idea por otra muy distinta: un saco de dormir con forma de oso. Fabricado en piel sintĂ©tica, caucho, espuma y vidrio (en los ojos), el saco-oso de Eiko tiene un acabado de lo mĂĄs realista.

«Un saco de dormir es una especie de nueva piel que te permite descansar en plena naturaleza. Nos gusta el medio natural porque nos permite escapar de vez en cuando de la ajetreada vida urbana».

Pero Eiko encuentra muchos mĂĄs vĂnculos entre su saco de dormir y la historia de Bruno: «Esa fina piel representa a su vez la frontera entre la civilizaciĂłn y la cultura, las restricciones y la libertad, la vida y la muerte. Pero tambiĂ©n, es la delgada lĂnea que separa a uno de ser un genio, un hĂ©roe o un ser adorable y querido por unos, a ser vistos por otros como un loco, alguien peligroso del que hay que alejarseâŠÂ»

La artista japonesa tiene previsto comenzar la producción de sus sacos durante el próximo año.
A Bruno, tener alma viajera le costĂł la vida. El oso traspasĂł en 2006 la frontera italiana para viajar a Austria y de allĂ a Baviera. No llevaba provisiones asĂ que a su paso atacĂł a 25 ovejas, 4 cabras y varias gallinas y conejos. Las colmenas que encontrĂł tampoco quedaron indemnes. Los vecinos de la zona pronto trasladaron su temor a las autoridades que no dudaron en considerar a Bruno como un peligroso enemigo.
Pese a los intentos iniciales por capturar al oso con vida, finalmente Bruno cayĂł abatido unos dĂas despuĂ©s. Era el primer oso en libertad en Alemania desde 1835, pero la seguridad ciudadana pesĂł mĂĄs que cualquier otra razĂłn de tipo medioambiental o sentimental.
Las aventuras del plantĂgrado dieron la vuelta al mundo. Alemania acaparaba por aquellos dĂas las portadas gracias al Mundial de FĂștbol, mientras que el protagonismo en las âotras crĂłnicasâ se las debĂa a Bruno.
Desde JapĂłn, Eiko Ishizawa seguĂa con interĂ©s las noticias sobre el oso. «Era una historia fantĂĄstica y realmente trĂĄgica. Un oso que cruzaba las fronteras generĂł un gran revuelo en diversos paĂses y provocĂł sentimientos encontrados entre las personas que temĂan al oso y entre los que lo querĂan y deseaban que se salvara», nos cuenta Eiko por mail. Años despuĂ©s, la artista quiso rendir su particular homenaje a Bruno. «PensĂ©, primero, en crear una escultura». Al poco tiempo, abandonĂł la idea por otra muy distinta: un saco de dormir con forma de oso. Fabricado en piel sintĂ©tica, caucho, espuma y vidrio (en los ojos), el saco-oso de Eiko tiene un acabado de lo mĂĄs realista.

«Un saco de dormir es una especie de nueva piel que te permite descansar en plena naturaleza. Nos gusta el medio natural porque nos permite escapar de vez en cuando de la ajetreada vida urbana».

Pero Eiko encuentra muchos mĂĄs vĂnculos entre su saco de dormir y la historia de Bruno: «Esa fina piel representa a su vez la frontera entre la civilizaciĂłn y la cultura, las restricciones y la libertad, la vida y la muerte. Pero tambiĂ©n, es la delgada lĂnea que separa a uno de ser un genio, un hĂ©roe o un ser adorable y querido por unos, a ser vistos por otros como un loco, alguien peligroso del que hay que alejarseâŠÂ»

La artista japonesa tiene previsto comenzar la producción de sus sacos durante el próximo año.