Tiene un efecto hipnótico.
El carnicero pela la tripa de la mortadela.
La acerca a la mƔquina.
La aprieta contra la cuchilla.
”Tzzzzzn!
Cae una loncha.
”Tzzzzzn!
Otra.
”Tzzzzzn!
Otra.

No puedes dejar de mirar.
De escuchar.
El espesor de las lonchas.
El blanco dƔlmata en el rosa mortadela.
Samu Coronado paseó por mercados, miró cortadoras, observó loncheados.
Buscó en internet y, después de ver mil mÔquinas, inventó la que muestra esta portada de la revista Yorokobu dedicada a las tripas.
«Creé mi propia mÔquina», dice el ilustrador y director de arte Samu Coronado. «Luego hice el lettering. Busqué las letras en la forma y las piezas de la mÔquina».
Tiene un efecto hipnótico.
El carnicero pela la tripa de la mortadela.
La acerca a la mƔquina.
La aprieta contra la cuchilla.
”Tzzzzzn!
Cae una loncha.
”Tzzzzzn!
Otra.
”Tzzzzzn!
Otra.

No puedes dejar de mirar.
De escuchar.
El espesor de las lonchas.
El blanco dƔlmata en el rosa mortadela.
Samu Coronado paseó por mercados, miró cortadoras, observó loncheados.
Buscó en internet y, después de ver mil mÔquinas, inventó la que muestra esta portada de la revista Yorokobu dedicada a las tripas.
«Creé mi propia mÔquina», dice el ilustrador y director de arte Samu Coronado. «Luego hice el lettering. Busqué las letras en la forma y las piezas de la mÔquina».