Los GIF gustan. Es algo que no puede ponerse en duda a juzgar por la enorme cantidad de ellos que proliferan en la Red. Los hay de todo tipo: absurdos, divertidos, cansinos…
Los de Sasha Katz tienen un no sé qué que engancha la mirada y se resiste a dejarla escapar. No son sólo imágenes que se mueven en bucle. Los GIF de Katz juegan con el color pastel, con los pÃxeles y con cierta ironÃa. «Me gustan los colores pastel. He intentado usar otros colores, pero me he rendido», confiesa a Yorokobu entre risas.

Sasha Katz es parca en palabras. Esta artista afincada en Moscú prefiere crear a hablar, pero no duda cuando le preguntamos cómo definirÃa su estilo: «3D pixel art», responde sin más adornos, como sus propias creaciones.
En sus imágenes vemos reflejada una tecnologÃa anticuada que nos resulta entrañable (cintas de vÃdeo y de casete, anticuados ordenadores, móviles obsoletos…) conviviendo en muchas ocasiones con motivos de la naturaleza. «Admiro ambas cosas», confiesa la artista. «Plantas y ordenadores son seres vivos en mi imaginación».

Katz se inspira en muchos grandes artistas, tantos que no se atreve a dar nombres porque la lista no tendrÃa fin. Prefiere hablar en general: «Me inspiro en ilustraciones botánicas, escritores de ciencia ficción y en viejos videojuegos». Tampoco puede decir exactamente qué toma de todos ellos. Quizá la historia, los colores y las formas, se atreve a explicar finalmente.


Sus temas favoritos son los ordenadores, las manos, lo tropical y el tabaco. Le gusta el formato GIF porque «no tienen botón de Play, comienza instantáneamente y nunca para». No hay un proceso sesudo de inspiración en su caso. «Las musas llegan a mà y me susurran ideas en el oÃdo», comenta con cierta ironÃa. «Es entonces cuando dejo todo lo que estoy haciendo y corro a escribirlas en un papel y a darles vida».

Para ello usa el Photoshop y Cinema 4D, sólo herramientas digitales. «SolÃa usar el acrÃlico pero ahora mi portátil es mi mejor amigo».
Quizá sea ese aire vintage de sus ilustraciones, ese estilo pixelado que nos recuerda una infancia con sabor a Spectrum… El caso es que ahà nos quedamos, enganchados al movimiento sin fin de los GIF de Sasha Katz.