Que los ciudadanos sean capaces de organizar acciones de protesta contra el poder establecido (o el que llegará), es siempre una buena noticia a pesar de que, por suerte, no resulta ya una novedad. A pesar de que, de momento a falta de que se produzca un cambio de gobierno el próximo 20 de noviembre, todo queda en el terreno de la especulación y la futurología, algunos ciudadanos se muestran preocupados porque se produzcan cambios en la ley que regula las uniones entre personas del mismo sexo. Se han organizado alrededor de Se Llama Matrimonio y esto es lo que piensan.
Se Llama Matrimonio es, como explica Fernando de Córdoba, uno de los impulsores de la iniciativa, “un grupo de amigos que estamos preocupados porque un cambio de gobierno pueda suponer el fin de la igualdad plena entre todos los españoles. Sabemos que a mucha gente le preocupa que el resultado de las elecciones del 20N traiga una pérdida de derechos civiles de las parejas homosexuales en lo referente al matrimonio, y quisimos darles voz”.
La plataforma, totalmente abierta desde su concepción inicial, pretende conseguir que todos los partidos que concurren a las elecciones del próximo domingo se comprometan a respetar la ley tal y como está. “En democracia, la noche de las elecciones nadie debería irse a dormir con temor por sus derechos, gane quien gane”, explica De Córdoba.
Para los integrantes de esta iniciativa ciudadana, la nomenclatura no es algo baladí, aunque los derechos a efectos prácticos sean iguales. “Se llama igual porque es exactamente la misma figura jurídica, con los mismos derechos y obligaciones. No existe un matrimonio gay: es un matrimonio civil como cualquier otro”.
La excusa de los detractores a la denominación que marca la actual ley es, para de Córdoba, una cuestión de discriminación. “Si no se llama matrimonio, que es el nombre que siempre ha recibido la unión civil, se está abriendo una brecha. Se está considerando que el amor de unas personas es distinto al de otras sólo por su orientación sexual”.
Además, el cambio en la ley, el recorte, traería consigo unos efectos colaterales que también preocupan a la plataforma. “Muchas leyes, como las de reproducción artificial o adopción hacen referencia exclusivamente al matrimonio, de modo que si se eliminase este derecho, muchas parejas quedarían desprotegidas”, explican.
A pesar la previsible victoria del Partido Popular en las elecciones más aburridas de la historia, en Se Llama Matrimonio se muestran optimistas. “Creemos que primará el sentido común y no retrocederemos a otras épocas. Eso sí, no podemos tener la incertidumbre. Necesitamos compromisos ya”.
Para Fernando de Córdoba hay además, un asunto que chirría un poco. “Los derechos no son algo negociable ni dependen de a quién se le pregunte. ¿Alguien imagina a un gobierno preguntando a sectores racistas acerca de si las personas negras deben tener los mismos derechos?”. Mejor no des ideas, Fernando.
Que los ciudadanos sean capaces de organizar acciones de protesta contra el poder establecido (o el que llegará), es siempre una buena noticia a pesar de que, por suerte, no resulta ya una novedad. A pesar de que, de momento a falta de que se produzca un cambio de gobierno el próximo 20 de noviembre, todo queda en el terreno de la especulación y la futurología, algunos ciudadanos se muestran preocupados porque se produzcan cambios en la ley que regula las uniones entre personas del mismo sexo. Se han organizado alrededor de Se Llama Matrimonio y esto es lo que piensan.
Se Llama Matrimonio es, como explica Fernando de Córdoba, uno de los impulsores de la iniciativa, “un grupo de amigos que estamos preocupados porque un cambio de gobierno pueda suponer el fin de la igualdad plena entre todos los españoles. Sabemos que a mucha gente le preocupa que el resultado de las elecciones del 20N traiga una pérdida de derechos civiles de las parejas homosexuales en lo referente al matrimonio, y quisimos darles voz”.
La plataforma, totalmente abierta desde su concepción inicial, pretende conseguir que todos los partidos que concurren a las elecciones del próximo domingo se comprometan a respetar la ley tal y como está. “En democracia, la noche de las elecciones nadie debería irse a dormir con temor por sus derechos, gane quien gane”, explica De Córdoba.
Para los integrantes de esta iniciativa ciudadana, la nomenclatura no es algo baladí, aunque los derechos a efectos prácticos sean iguales. “Se llama igual porque es exactamente la misma figura jurídica, con los mismos derechos y obligaciones. No existe un matrimonio gay: es un matrimonio civil como cualquier otro”.
La excusa de los detractores a la denominación que marca la actual ley es, para de Córdoba, una cuestión de discriminación. “Si no se llama matrimonio, que es el nombre que siempre ha recibido la unión civil, se está abriendo una brecha. Se está considerando que el amor de unas personas es distinto al de otras sólo por su orientación sexual”.
Además, el cambio en la ley, el recorte, traería consigo unos efectos colaterales que también preocupan a la plataforma. “Muchas leyes, como las de reproducción artificial o adopción hacen referencia exclusivamente al matrimonio, de modo que si se eliminase este derecho, muchas parejas quedarían desprotegidas”, explican.
A pesar la previsible victoria del Partido Popular en las elecciones más aburridas de la historia, en Se Llama Matrimonio se muestran optimistas. “Creemos que primará el sentido común y no retrocederemos a otras épocas. Eso sí, no podemos tener la incertidumbre. Necesitamos compromisos ya”.
Para Fernando de Córdoba hay además, un asunto que chirría un poco. “Los derechos no son algo negociable ni dependen de a quién se le pregunte. ¿Alguien imagina a un gobierno preguntando a sectores racistas acerca de si las personas negras deben tener los mismos derechos?”. Mejor no des ideas, Fernando.
Hay una pequeña incongruencia: decís primero que a efectos prácticos no hay diferencias, para luego comentar que se perdería el derecho a adopción o reproducción asistida. Así que a efectos prácticos, la diferencia es tan grande como poder formar una familia o no.
Muy a favor de la iniciativa, que no toquen la ley actual o que cambien las leyes de adopción.
Hola BorjaDF.
Lo he expresado mal. En realidad, lo que quería decir es que es el PP es quien alega que sólo están en contra de que se llame matrimonio y que no supone una merma en los derechos. Por su parte, la plataforma cree que sí lo acarrearía dicha pérdida.
¡Gracias por el aviso!
compartimos
La Ley de Reproducción asistida habla de vínculo matrimonial, pero también habla del marido y de la mujer, lo cual a estos efectos es más importante. Lo digo por la endeblez del argumento de los promotores de la iniciativa, nada más, que creo que deberían preocuparse más por esas cosas.
Por explicarme un poco: si se modifica la ley y se llama de otra forma pero se explicita que tendrán los mismo derechos, no tendrá trascendencia alguna; sin embargo en la mencionada ley de reproducción asistida se habla del marido y la mujer, que tiene más importancia porque conlleva consecuencias jurídicas, y en eso no se han metido.
Un saludo.
Gracias por el apunte técnico, David. Por, cierto, y para quien no lo sepa, David González tiene un post muy recomendable acerca de tonterías jurídicas empleadas de manera habitual. Los periodistas haríamos muy bien en repasarlas.
Comparto! 🙂
Hay una pequeña incongruencia: decís primero que a efectos prácticos no hay diferencias, para luego comentar que se perdería el derecho a adopción o reproducción asistida. Así que a efectos prácticos, la diferencia es tan grande como poder formar una familia o no.
Muy a favor de la iniciativa, que no toquen la ley actual o que cambien las leyes de adopción.
Hola BorjaDF.
Lo he expresado mal. En realidad, lo que quería decir es que es el PP es quien alega que sólo están en contra de que se llame matrimonio y que no supone una merma en los derechos. Por su parte, la plataforma cree que sí lo acarrearía dicha pérdida.
¡Gracias por el aviso!
compartimos
La Ley de Reproducción asistida habla de vínculo matrimonial, pero también habla del marido y de la mujer, lo cual a estos efectos es más importante. Lo digo por la endeblez del argumento de los promotores de la iniciativa, nada más, que creo que deberían preocuparse más por esas cosas.
Por explicarme un poco: si se modifica la ley y se llama de otra forma pero se explicita que tendrán los mismo derechos, no tendrá trascendencia alguna; sin embargo en la mencionada ley de reproducción asistida se habla del marido y la mujer, que tiene más importancia porque conlleva consecuencias jurídicas, y en eso no se han metido.
Un saludo.
Gracias por el apunte técnico, David. Por, cierto, y para quien no lo sepa, David González tiene un post muy recomendable acerca de tonterías jurídicas empleadas de manera habitual. Los periodistas haríamos muy bien en repasarlas.
Gracias a ti por recomendar mi post 🙂
¡Gracias!
Comentarios cerrados.