
El dĂa a dĂa es frenĂ©tico. El tiempo se nos escapa. No llego. No tengo tiempo. Voy con prisas⊠Lo que se traduce en numerosas tareas cotidianas desatendidas. Pero hoy no todo el mundo tiene âla suerteâ de no dar abasto. Y si tĂș no tienes tiempo, Âżpor quĂ© no se lo pides, o mejor, se lo compras a alguien al que le sobre?
Con esa idea nace etece.es, un punto de encuentro entre personas con déficit de tiempo y profesionales que sà lo tienen y que estån dispuestos a cambiarlo por dinero.
El propĂłsito de etece.es es ayudar a los primeros en tareas cotidianas tales como mudanzas, los arreglos en el hogar, la organizaciĂłn de eventos, el cuidado de sus mascotas, montar un mueble de Ikea o, incluso, hacer cola para recoger las entradas para un concierto.
Los encargados de hacer todas estas labores son los solucionadores, âprofesionales autĂłnomos que quieren rellenar su tiempo libre con proyectos de corta duraciĂłnâ.
El autor de la definiciĂłn es RamĂłn Blanco, uno de los promotores de etece.es, quien reconoce que el origen del proyecto tiene poco de romĂĄntico: âHe invertido en diferentes proyectos de internet desde hace años (Idealista, 11870, Sindelantal), en general proyectos que ordenan informaciĂłn muy fragmentada a travĂ©s de las posibilidades que abre internet. Llevaba tiempo pensando que serĂa genial ordenar los servicios profesionales y personales, y finalmente di con la idea. RealicĂ© un estudio de mercado, saliĂł bien, conocĂ a Daniel Brandi y a Javier FernĂĄndez Babin, y decidimos que podrĂa llegar a ser un proyecto de envergaduraâ.
Luego llegarĂan mĂĄs inversores (JesĂșs Encinar, François Derbaix o Aquilino Peña, entre otros) y con ellos la certeza de que la iniciativa tenĂa cabida en un marco econĂłmico y social como el actual.
Etece.es no es un directorio de profesionales sin mås. La principal diferencia respecto a éstos es que es el usuario el que fija de antemano el precio que quiere pagar. Y si una vez realizada la labor no estå satisfecho con el trabajo, no se le devuelve el dinero, sino que directamente no paga.
Tampoco tiene nada que ver con un banco de tiempo. Ni siquiera estĂĄ inspirado en este concepto, segĂșn RamĂłn Blanco: âEn un banco de tiempo una persona cambia su tiempo por el tiempo de otra persona (yo te hago la comida a cambio de que tĂș me pongas unos cuadros). En etece ponemos en contacto particulares y empresas que no tienen tiempo (y sĂ dinero) con profesionales que tienen exceso de tiempo (y quieren ganar mĂĄs dinero). Siempre hay un intercambio de tiempo por dineroâ.
Puede que yo no este entendiendo el concepto, pero parece que alguien ha inventado la rueda y quiere sacarle partido. En que momento la gente dejo de cambiar tiempo por dinero para que eso ahora resulte tan novedoso?
Visco,
se dejo de cambiar el tiempo, cuando se dejo de tener o cuando no resulto equitativo…
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