¿Alguna vez te has preguntado si se te da bien lo que haces? No tanto que aniquiles tus objetivos en cada evaluación del desempeño. Eso, en el fondo puede depender de muchos factores. Puede ser, sencillamente, que te enfrentes a cada una de tus tareas como si fuera la última. O que formes parte de uno de esos equipos que están más compenetrados que el velcro.
La cuestión es, más bien, si tienes aptitudes especiales que te ayudan a hacer lo que haces, si tú y tu ocupación encajáis mejor que un botellÃn de agua en el portavasos del coche, casi como si estuvieseis hechos el uno para el otro. En definitiva, si tu personalidad y tu ocupación están alineadas. Pero, para ello, lo primero que deberÃas preguntarte es si sabes cuál es tu personalidad empresarial.
Igualmente, cuanta mayor sea la responsabilidad en un puesto, mayor impacto tendrá la personalidad. Esto es especialmente cierto para los que se encuentran en la cúspide del mundo corporativo, con subordinados, tareas por asignar y labores que requieren de un tacto exquisito para evitar desastres. Es asà hasta tal punto que un mal lÃder puede dañar una compañÃa hasta extremos insospechados.
¿Alguna vez te has preguntado si se te da bien lo que haces? No tanto que aniquiles tus objetivos en cada evaluación del desempeño. Eso, en el fondo puede depender de muchos factores. Puede ser, sencillamente, que te enfrentes a cada una de tus tareas como si fuera la última. O que formes parte de uno de esos equipos que están más compenetrados que el velcro.
La cuestión es, más bien, si tienes aptitudes especiales que te ayudan a hacer lo que haces, si tú y tu ocupación encajáis mejor que un botellÃn de agua en el portavasos del coche, casi como si estuvieseis hechos el uno para el otro. En definitiva, si tu personalidad y tu ocupación están alineadas. Pero, para ello, lo primero que deberÃas preguntarte es si sabes cuál es tu personalidad empresarial.
Igualmente, cuanta mayor sea la responsabilidad en un puesto, mayor impacto tendrá la personalidad. Esto es especialmente cierto para los que se encuentran en la cúspide del mundo corporativo, con subordinados, tareas por asignar y labores que requieren de un tacto exquisito para evitar desastres. Es asà hasta tal punto que un mal lÃder puede dañar una compañÃa hasta extremos insospechados.