Los primeros estarán más cómodos, tendrán mejor conexión a internet y disfrutarán de un entorno más silencioso. Pero el modelo de negocio de estos espacios consiste en alquilarlos cobrando un precio que compense el gasto en infraestructura, y no todos los freelances pueden permitÃrselo.
En el extremo opuesto, algunas cafeterÃas son algo ruidosas y no ofrecen a los coworkers la seguridad de encontrar sitio cuando lleguen a trabajar por las mañanas, entre otras desventajas como la de tener que consumir algo.
Una solución intermedia pasarÃa por ofrecer como espacios de coworking restaurantes que están abiertos pero desocupados a determinadas horas del dÃa. Se trata de amortizar mejor locales que ya están abordando gastos de iluminación, mantenimiento, etc.; y que además son especialmente agradables porque han hecho una inversión notable en decoración y comodidades.
La start-up Spacious elige restaurantes de lujo de Nueva York y los ofrece como espacios de coworking en las horas previas a su apertura. En España es frecuente que restaurantes de cierta categorÃa ofrezcan a medio dÃa una opción de menú económico para ser competitivos en zonas de oficinas, por ejemplo. AsÃ, es posible comer sushi por 14 euros en un restaurante que cuesta tres veces más si vas allà a cenar. Acondicionar el espacio desaprovechado de estos establecimientos para que la gente pueda ir a trabajar con su portátil o tener una reunión serÃa una buena forma de compensar los gastos fijos.
De popularizarse en España, el precio de estas opciones serÃa determinante: si se acerca demasiado al de un espacio de coworking, los trabajadores podrÃan preferir este último. Una mensualidad en Spacious cuesta 95 dólares, unas cinco veces menos que otra en un sitio de coworking de Nueva York.
Otras personas podrÃan decantarse por esta opción por motivos no meramente económicos. Por ejemplo, algunos aseguran que trabajar en un sitio diferente de una oficina potencia su creatividad. Asà lo corrobora Preston Pesek: «Cambiar de contexto nos afecta de muchas formas positivas, tanto consciente como inconscientemente. Es similar a cualquier tipo de viaje. Cuando te sitúas en un entorno que es diferente a tu rutina normal, puedes descubrir cosas de forma espontánea. Esto puede suceder visitando un paÃs diferente, hablando con alguien en otro idioma, encontrando un nuevo tipo de música… Y sin duda ocurre en Spacious».
Trabajar en este tipo de sitios, con decoración agradable y pensada al detalle, puede convertirse en una experiencia muy alejada de la de un dÃa de trabajo al uso. «El partner ideal para Spacious es aquel que ha pasado mucho tiempo pensando en el ambiente, buscamos restaurantes con un diseño interior increÃble», comenta el CEO y cofundador de Spacious.
Esta solución no serÃa positiva para aquellos que necesiten una pantalla grande para trabajar, los que busquen tener un espacio de trabajo fijo o los que necesiten cajones y armarios para almacenar objetos. El valor añadido de trabajar en un restaurante de lujo es, precisamente, que no parezca una oficina.
Ya hay quien se está planteando habilitar para el trabajo otros lugares como los grandes espacios de retail desaprovechados. No estarÃa mal que los empresarios pensaran en este tipo de opciones que les permitirÃan rentabilizar mejor su negocio al tiempo que dan respuesta a una demanda cada vez mayor.
Los primeros estarán más cómodos, tendrán mejor conexión a internet y disfrutarán de un entorno más silencioso. Pero el modelo de negocio de estos espacios consiste en alquilarlos cobrando un precio que compense el gasto en infraestructura, y no todos los freelances pueden permitÃrselo.
En el extremo opuesto, algunas cafeterÃas son algo ruidosas y no ofrecen a los coworkers la seguridad de encontrar sitio cuando lleguen a trabajar por las mañanas, entre otras desventajas como la de tener que consumir algo.
Una solución intermedia pasarÃa por ofrecer como espacios de coworking restaurantes que están abiertos pero desocupados a determinadas horas del dÃa. Se trata de amortizar mejor locales que ya están abordando gastos de iluminación, mantenimiento, etc.; y que además son especialmente agradables porque han hecho una inversión notable en decoración y comodidades.
La start-up Spacious elige restaurantes de lujo de Nueva York y los ofrece como espacios de coworking en las horas previas a su apertura. En España es frecuente que restaurantes de cierta categorÃa ofrezcan a medio dÃa una opción de menú económico para ser competitivos en zonas de oficinas, por ejemplo. AsÃ, es posible comer sushi por 14 euros en un restaurante que cuesta tres veces más si vas allà a cenar. Acondicionar el espacio desaprovechado de estos establecimientos para que la gente pueda ir a trabajar con su portátil o tener una reunión serÃa una buena forma de compensar los gastos fijos.
De popularizarse en España, el precio de estas opciones serÃa determinante: si se acerca demasiado al de un espacio de coworking, los trabajadores podrÃan preferir este último. Una mensualidad en Spacious cuesta 95 dólares, unas cinco veces menos que otra en un sitio de coworking de Nueva York.
Otras personas podrÃan decantarse por esta opción por motivos no meramente económicos. Por ejemplo, algunos aseguran que trabajar en un sitio diferente de una oficina potencia su creatividad. Asà lo corrobora Preston Pesek: «Cambiar de contexto nos afecta de muchas formas positivas, tanto consciente como inconscientemente. Es similar a cualquier tipo de viaje. Cuando te sitúas en un entorno que es diferente a tu rutina normal, puedes descubrir cosas de forma espontánea. Esto puede suceder visitando un paÃs diferente, hablando con alguien en otro idioma, encontrando un nuevo tipo de música… Y sin duda ocurre en Spacious».
Trabajar en este tipo de sitios, con decoración agradable y pensada al detalle, puede convertirse en una experiencia muy alejada de la de un dÃa de trabajo al uso. «El partner ideal para Spacious es aquel que ha pasado mucho tiempo pensando en el ambiente, buscamos restaurantes con un diseño interior increÃble», comenta el CEO y cofundador de Spacious.
Esta solución no serÃa positiva para aquellos que necesiten una pantalla grande para trabajar, los que busquen tener un espacio de trabajo fijo o los que necesiten cajones y armarios para almacenar objetos. El valor añadido de trabajar en un restaurante de lujo es, precisamente, que no parezca una oficina.
Ya hay quien se está planteando habilitar para el trabajo otros lugares como los grandes espacios de retail desaprovechados. No estarÃa mal que los empresarios pensaran en este tipo de opciones que les permitirÃan rentabilizar mejor su negocio al tiempo que dan respuesta a una demanda cada vez mayor.
hay otra opción, igualmente válida: las bibliotecas. las de la red de la Diputació de Barcelona (supongo que como en muchas otras ciudades), están bien equipadas, con conexión rápida, tomas de corriente en todas las mesas, climatizadas, bien iluminadas, con un entorno agradable, motivador, sin ruidos, etc. a muchos nos resulta agradable, muy agradable, el uso de esos espacios para trabajo de concentración
hay otra opción, igualmente válida: las bibliotecas. las de la red de la Diputació de Barcelona (supongo que como en muchas otras ciudades), están bien equipadas, con conexión rápida, tomas de corriente en todas las mesas, climatizadas, bien iluminadas, con un entorno agradable, motivador, sin ruidos, etc. a muchos nos resulta agradable, muy agradable, el uso de esos espacios para trabajo de concentración
La esencia del coworking no es solo compartir espacio con desconocidos, es compartir proyectos, ideas, vivencias, curiosidades, estilos, penas y glorias, filosofÃas y el dÃa a dÃa. La dinamización de la comunidad y esta en si misma, son lo que potencia la creatividad y eficiencia en los coworkers, no el espacio en si. SÃ, la mayorÃa de coworkings son “caros” para el usuario con una facturación incierta, fluctuante o dependiente, pero ya están surgiendo alternativas asequibles a los espacios no adecuados como cafeterÃas y/o bibliotecas, que ayudan a salir de casa y facilitan el vivir la experiencia coworking. Unnatural Space Barcelona, que para mà es el mejor en relación calidad-precio serÃa uno digno de destacar. Hay opciones diversas como el “hotdesking” con tarifas por dÃa (lo que te costarÃan las consumiciones en el bar), la mayorÃa de coworkings lo ofertan, algunos a muy buen precio. Abonar 95€ para trabajar en un restaurante de lujo por muy buen diseño que tenga y descuentos me parece desorbitado por lo anteriormente expresado, pero es una opinión personal. Otro punto negativo que destacarÃa de la opción que ofrece Spacious y basado en mi experiencia en coworkings, es la posible falta de empatÃa entre los usuarios que comparten espacio y no coworking (tono de voz alto, llamadas de teléfono interminables, conversaciones de otros usuarios, conductas tóxicas…). En definitiva, un espacio de trabajo adecuado no es cualquier espacio y coworking no es solo compartir espacio, es mucho más. Para acabar en positivo, me gusta que aparezcan alternativas para que el usuario valore con capacidad crÃtica lo que es más adecuado para su trabajo.
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