Pasear al perro, hacer la compra o tumbarte en el sofĆ” mientras te cuentan una novela con una voz bien empacada, llena de matices expresivos. Es, en parte, el regreso al placer arcaico de penetrar en una historia a travĆ©s de las palabras de un narrador. Ese viaje al pasado con tecnologĆa del presente es lo que se proponen desde Storytel, el Netflix de los audiolibros.
Pese a que en Europa el consumo de audiolibros lleva aƱos aumentando, en EspaƱa el sector no terminaba de cuajar. SegĆŗn el director nacional de Storytel Javier Celaya, por culpa de un sambenito: Ā«HabĆa una leyenda urbana sobre que en EspaƱa no habĆa demandaĀ». Esta idea nació de un fracaso.
Hace 17 aƱos, Alfaguara lanzó una colección de audiolibros. Ā«Era una serie maravillosa con voces de Charo López y semejantes, pero se adelantó a su tiempo. En aquel momento, la tecnologĆa reinante era el walkman, esa especie de tartera que tenĆas que agarrar con las dos manos en la que metĆas una casete que se te enrollaba y la tenĆas que arreglar cada dos por tresĀ», explica Celaya.
Ese fracaso de una oferta cuidada de Alfaguara cebó el prejuicio de que en EspaƱa no funcionarĆa este formato. En el resto de Europa, segĆŗn Celaya, ya ocupa el 30% de las ventas editoriales. Con el ejemplo de otros paĆses, poco a poco, se han vencido resistencias y editoriales como Penguin Random House han ido lanzando tĆtulos en espaƱol.
La producción se multiplica aƱo tras aƱo. En los Ćŗltimos tres aƱos ha sido el sector que mĆ”s ha crecido dentro del mercado editorial. ĀæEl motivo? Las pautas de consumo han acabado resultando propicias para un tipo de lectura que, en principio, pareció inviable. Ā«Se estĆ”n creando nuevos hĆ”bitos de consumo; el primero es la movilidad que el telĆ©fono te ofrece. Puedes leer en cualquier momento y lugar. El libro fĆsico, e incluso el digital, te obliga a parar y enfocarte solo en Ć©lĀ», explica Celaya.
«En este nuevo mundo multitarea, casi el 25% de las personas usan el audiolibro en el coche, otros paseando al perro o haciendo la compra». Su intención es recuperar a esos lectores a los que «la lectura en papel se les cae de las manos» y han dejado de leer seducidos por otras ofertas de contenidos mÔs accesibles.
Sin embargo, aplicar la multitarea a la lectura parece un desafĆo. El nivel de concentración que exigen muchas obras hace difĆcil que podamos exprimirlas en toda su magnitud mientras limpiamos la casa. Ā«En los audiolibros cabe de todo, pero sĆ hay historias mĆ”s o menos amables dependiendo de momentos de mĆ”s o menos concentraciónĀ», aclara Celaya.
Ā«Estamos acostumbrados a oĆr la radio al conducir y eso no quita atención del coche ni de la radio, pero sĆ es cierto que algunas historias necesitan mayor concentración. Pero igual que cuando surgió el libro (que se nos olvida que es una tecnologĆa); como era un formato muy amable, los escritores se dieron cuenta de que podĆan escribir historias de 700 o 1.000 pĆ”ginas. Ahora vamos a un mundo mĆ”s visual y oral, y probablemente las historias que nazcan para ser escuchadas tendrĆ”n unas tramas, frecuencias y ritmos diferentes a los del papelĀ», pronostica.
Celaya echa mano de Dickens para explicar cómo podrĆ”n adaptarse las narraciones a los nuevos usos. Ā«Parece que hablamos de futuro, pero es una vuelta al pasado enriquecidoĀ». El escritor britĆ”nico lanzaba los capĆtulos de su novela en periódicos y sabĆa que cada fragmento debĆa tener una trama atrayente y soltar un gancho al final para que el lector regresara en la siguiente edición.
Ā«En el audiolibro es similar. Tienen que ser historias muy dinĆ”micas que te enganchen para que fluyan en la cabeza de manera Ć”gil a pesar de las distracciones. Por ejemplo, no serĆa bueno para historias que tuvieran muchos flashbacksĀ». Aun asĆ, explica, un buen porcentaje, cerca de un 20%, escucha los audiolibros en el sofĆ” de su casa, sin concentrarse en nada mĆ”s.
El tratamiento sonoro, al igual que la elección del tipo de papel y la tipografĆa, debe escogerse con delicadeza. El director de Storytel en EspaƱa explica el proceso: Ā«Cada vez que tenemos que pasar una obra a audio nos reunimos con la editorial para hablar del enfoque. Vemos si conviene voz masculina y femenina. DespuĆ©s se hace un simple de tres voces y el editor nos ayuda a entender si representa mejor el contenido una voz mĆ”s aguda, mĆ”s grave o planaĀ».
Ā«Los locutores no pueden estar mĆ”s de dos horas al dĆa grabando porque el tono y la frecuencia baja. Al dĆa siguiente, hacen ejercicios de voz y, al entrar al estudio, equilibramos con cómo dejó la voz el dĆa anteriorĀ». Es decir, la voz, como la guitarra, se afina antes de cada sesión.
El formato se presta tambiĆ©n a construir cada historia con distintos niveles de interpretación o teatralización. Ā«Hay dos escuelas; la britĆ”nica tiene mucho de teatro. La Ćŗltima biografĆa sobre Lincoln en la Guerra Civil tiene 136 personajes y se ha montado con 136 voces. Es una ópera, una experiencia sonora apasionanteĀ».
La escuela nórdica es similar a la hispana. «Una sola voz hace todo el libro, pero interpreta. Si en un momento de la narrativa hay cabreo, sonoramente notas enfado. Al ser un mercado que acaba de empezar, usamos una sola voz, pero lo enriquecemos con ciertos sonidos especiales, música, ruidos o el sonido de una tormenta, si la tormenta es parte importante de la trama».
La diferencia de años de implantación hace que los libros sean mÔs o menos sofisticados. El mercado estÔ creciendo y la estrategia de Storytel (por un pequeño pago al mes permite el acceso a todos sus contenidos), pretende facilitar y seguir las pautas de la nueva cultura de consumo que ya da frutos en proyectos como Netflix.
A veces nos olvidamos de la importancia del sonido en cualquier producción audiovisual, y cuando nos encontramos con entretenimiento que es Ćŗnicamente auditivo aprendemos a valorar realmente esta parte del trayecto. Cuando he empezado a leer el artĆculo no he acabado de entender por quĆ© Storytel era mejor que aficionarse a un podcast, pero no es lo mismo escuchar sobre algo que te interesa que escuchar cómo te cuentan una historia. AdemĆ”s, hay bastantes sitios como este que, ademĆ”s de darle la importancia que el sonido se merece, tambiĆ©n te permite traducir simultĆ”neamente para que puedas disfrutar de cosas que igual no estĆ”n a tu alcance por el tema de idiomas. En general me parece una iniciativa fetĆ©n, la verdad. Gracias por compartirla.
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