A la gente a la que le gusta algo se la llama aficionado. A la que esa cosa le gusta mucho se les llama fan. Pero Āæcómo se llama a los que les gusta algo mucho mucho, tirando a muchĆsimo?
La creativa MarĆa Rufilanchas lo tiene claro. El tĆ©rmino que define eso es tantanfan. Se lo inventó ella a petición de un grupo de ilustradores, entre los que se encontraba Moderna de Pueblo. Estaban preparando una editorial de merchandising, una empresa que produce materiales inspirados en sus trabajos y, cuando llegó el momento de ponerle nombre, decidieron pedirle ayuda a Rufilanchas.

Ā«Recibimos un mail que nos hizo muchĆsima ilusión. Nos decĆan que estaban preparando ese proyecto, que habĆan consultado a otros estudios, pero que lo que les habĆan propuesto no les gustaba. Por eso recurrĆan a nosotrosĀ», cuenta.


MarĆa Rufilanchas es una de las copys mĆ”s destacadas de la creatividad espaƱola. Trabajó casi una dĆ©cada en agencia y, un buen dĆa, decidió independizarse. Ahora tiene su propia agencia de creatividad: MolarĆa.
Ā«Me encanta pensar nombres. Es un ejercicio de sĆntesis muy grande que me gusta mucho. Tienen que ser nombres que resulten sugerentes, que cuenten muchas cosas. El propio nombre de MolarĆa es un ejemplo de eso. TambiĆ©n lo es Teta & TetaĀ».

En esta ocasión, el nombre tenĆa una serie de dificultades aƱadidas. DebĆa ser una marca divertida, con personalidad, pero que no compitiera con el nombre de los diferentes ilustradores que formaban parte del proyecto o los que se pudieran incorporar en el futuro.
Ā«AdemĆ”s, tenĆamos que buscar una marca que tuviera recorrido y pudiera dar todo el juego del mundo. Ā”Ah!, y lo mĆ”s difĆcil de todo: que el dominio .com estuviera libreĀ».
DespuĆ©s de estudiar el briefing, Rufilanchas y el equipo de MolarĆa presentaron tres propuestas. Ā«Eligieron la que mĆ”s nos gustaba: Tantanfan. Un nombre que funcionaba con todos los demĆ”s nombres: Tantanfan de Aitor Saraiba, Tantanfan de Monstruo Espagueti, Tantanfan de DĆaz-Faesā¦Ā».


Incluso presentaron mensajes para incorporar ese Tantanfan a las piezas internas de la empresa, como la firma de los mails, las hojas de cartas o las facturas.
Ā«Eran frases como ātantanfan de los emails brevesā, ātantanfan del papel en blancoā o ātantanfan de los que pagan en el momentoāĀ», explica Rufilanchas.
Ayer, despuĆ©s de meses de trabajo, el proyecto Tantanfan se ha dado a conocer. Ya es posible visitar su pĆ”gina web y adquirir agendas, cuadernos, fundas para móvil, estuches y otros accesorios a los que, la próxima semana, se sumarĆ” una colección de ropa. Todo normal si no fuera porque todos esos productos reproducen los dibujos de algunos de los ilustradores mĆ”s punteros del panorama espaƱol actual, entre los que se encuentran MarĆa Hesse, Croqueta y Empanadilla, DĆaz-Faes, Dalmaus, La Vecina Rubia, Roberta Marrero, Divas de DivĆ”n y Oro Jondo.
La idea de Tantanfan surgió cuando Raquel Córcoles (Moderna de Pueblo) y algunos otros profesionales de la ilustración quisieron trasladar sus diseños a otros soportes que no fueran el papel.
Ā«Nos dimos cuenta de que era muy complicado āexplica Córcolesā. RequerĆa un gran engranaje para poder encontrar proveedores de calidad que no te hicieran chapuzas, invertir en hacer muestras de todo para asegurar que quedaba perfecto, tener un almacĆ©n en casa, esperar al de Correos cada dĆa para que recogiera los paquetes, mil mails de atención al cliente, hacer fotos y promo de todo, programar la web… Sinceramente, Ā”no sabĆamos dónde nos metĆamos!Ā».
Cuando se dieron cuenta del lĆo que suponĆa un proyecto como ese, intentaron buscar a alguien que se encargase de todo. Ā«Lo ideal hubiera sido delegar toda esa faena en alguien que ya tuviera experiencia para poder seguir dedicĆ”ndonos a lo nuestro, pero no habĆa nadie que hiciera eso de la manera en la que lo imaginĆ”bamosĀ», afirma Córcoles.
Finalmente Córcoles, junto a Carlos Carrero, RocĆo Olmo, Ramón Aller, Clara Asanza y Ana MacĆas, decidieron poner en marcha Tantanfan para poder vender sus diseƱos y los de otros ilustradores que, a lo largo del proceso de creación de la empresa les habĆan planteado su deseo de hacer productos semejantes.
El proyecto lo completan un socio que prefiere mantener el anonimato y la editorial Planeta, responsable de la distribución en tienda fĆsica. Ellos son los encargados de aportar ese toque empresarial del que, por ahora, carecen los miembros de Tantanfan.
En el fondo y, como ellos mismos afirman en la web, los ideólogos de Tantanfan no son otros que los queĀ forraban la carpeta con fotos de sus Ćdolos, los que se escribĆan sus nombres en la frente y los que llenaban la habitación con sus pósteres. La diferencia es que Ā«ahora hemos crecido y hemos cambiado los pósteres de la Super Pop por serigrafĆas enmarcadasĀ».
