Y asĂ, como sin darse cuenta, esa faceta fue tomando mĂ¡s peso en su vida hasta dejar de lado la arquitectura y llenarlo absolutamente todo. «Ya sabes, la arquitectura es un trabajo que exige tiempo completo y en cierto momento de mi vida el arte tomĂ³ el papel principal. AsĂ que tuve que reducir mi actividad como arquitecta a prĂ¡cticamente cero», explica.
Para hablar de sentimientos, las figuras de Brodatch no necesitan tener rasgos faciales. Sus esculturas, afirma, son pequeñas y afinar los detalles de sus rostros convertirĂa su trabajo en arte hiperrealista, cuando ella se siente mĂ¡s expresionista. En palabras de la artista rusa, en lugar de retratos, dibuja miradas. «Mis personajes no tienen rasgos ni ojos, pero tienen una expresiĂ³n, una mirada».
Sin embargo, contemplar esos cuerpos sin rostro pero tan minuciosamente detallados, lejos de despertar inquietud, emociona al espectador. Son figuras que se aparecen tal cual son, desnudas, sin complejos. Tan naturales que muestran incluso su sexualidad de una manera explĂcita.
El erotismo de sus figuras le ha ocasionado algĂºn problema cuando ha querido compartir su obra en redes sociales. «Me han bloqueado a veces en Instagram, pero nunca tengo el propĂ³sito de provocar a nadie, asĂ que no subo ninguna escena explĂcita. Una vez un vĂdeo en Youporn. Es una red realmente popular, tuvo muy buena difusiĂ³n».
De vuelta a la realidad, Brodatch continua con sus delicadas esculturas de plastilina, sus fotografĂas y sus vĂdeos. «Mi mensaje no es verbal. Es como una sonrisa, un abrazo. Quiero comunicar buenas vibraciones».
Y asĂ, como sin darse cuenta, esa faceta fue tomando mĂ¡s peso en su vida hasta dejar de lado la arquitectura y llenarlo absolutamente todo. «Ya sabes, la arquitectura es un trabajo que exige tiempo completo y en cierto momento de mi vida el arte tomĂ³ el papel principal. AsĂ que tuve que reducir mi actividad como arquitecta a prĂ¡cticamente cero», explica.
Para hablar de sentimientos, las figuras de Brodatch no necesitan tener rasgos faciales. Sus esculturas, afirma, son pequeñas y afinar los detalles de sus rostros convertirĂa su trabajo en arte hiperrealista, cuando ella se siente mĂ¡s expresionista. En palabras de la artista rusa, en lugar de retratos, dibuja miradas. «Mis personajes no tienen rasgos ni ojos, pero tienen una expresiĂ³n, una mirada».
Sin embargo, contemplar esos cuerpos sin rostro pero tan minuciosamente detallados, lejos de despertar inquietud, emociona al espectador. Son figuras que se aparecen tal cual son, desnudas, sin complejos. Tan naturales que muestran incluso su sexualidad de una manera explĂcita.
El erotismo de sus figuras le ha ocasionado algĂºn problema cuando ha querido compartir su obra en redes sociales. «Me han bloqueado a veces en Instagram, pero nunca tengo el propĂ³sito de provocar a nadie, asĂ que no subo ninguna escena explĂcita. Una vez un vĂdeo en Youporn. Es una red realmente popular, tuvo muy buena difusiĂ³n».
De vuelta a la realidad, Brodatch continua con sus delicadas esculturas de plastilina, sus fotografĂas y sus vĂdeos. «Mi mensaje no es verbal. Es como una sonrisa, un abrazo. Quiero comunicar buenas vibraciones».
Otra cosa bonita por descubrir. El arte no tiene lĂmites.
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