Cuando ir a la ofi es ir al café

¡Yorokobu gratis en formato digital!
SegĂşn el INE, el 27 % de las empresas tienen empleados que teletrabajan. A esto hay que sumar algunos autĂłnomos que no trabajan desde una oficina, como por ejemplo diseñadores, periodistas, escritores… Todos estos profesionales, además de carecer de un sitio fijo al que dirigirse cada mañana, suelen tener horarios más flexibles, determinados por objetivos y no por una máquina de fichar.
La opciĂłn más inmediata para ellos es trabajar desde casa. Esto tiene numerosas ventajas, pero tambiĂ©n puede hacerse a veces cuesta arriba, y es entonces cuando cambiar de aires puede resultar muy Ăştil para la productividad y la creatividad. Este es el motivo de que muchos de esos trabajadores decidan coger el portátil o la libreta y dirigirse a un espacio de coworking, una cafeterĂa o una biblioteca.
CUANDO TRABAJAR DESDE UNA CAFETERÍA ES UNA BUENA OPCIÓN…
Cuando una persona que teletrabaja decide pasar una jornada fuera de casa, busca aquello de lo que carece en su hogar. Si en casa no tiene tranquilidad (pareja, hijos, obras en el piso de arriba…) buscará un lugar donde estar concentrado y en silencio. Si, por el contrario, su casa es tranquila y lo que necesita es que le dé un poco el aire, ver otras caras y escuchar otras voces, buscará sitios donde note el calor humano.
Los espacios de coworking están en auge. La oferta es cada vez más amplia, y algunos ofrecen condiciones muy buenas: horarios flexibles, buena conexión a internet, tarifas económicas… Sin embargo, los sitios gratuitos son la opción preferida para los que quieren ahorrar, trabajar una jornada fuera por un motivo puntual o mantener una reunión distendida.
En estos y otros casos, es buena idea buscar una cafeterĂa que disponga de conexiĂłn gratuita a Internet. Algunas personas, a pesar del ruido ambiente, afirman que les cunde mucho en esos lugares. «En casa me distraigo», «asĂ me obligo a trabajar un nĂşmero de horas» o «asĂ aprovecho para hacer planes despuĂ©s» son algunos de los argumentos más repetidos.
No siempre hay que hacerlo solo. Trabajar al lado de compañeros de trabajo u otras personas con oficios relacionados sirve para vencer el sentimiento de soledad, hacer consultas o recibir opiniones.
En cualquier caso, trabajar desde una cafeterĂa puede ser muy agradable para tareas que no requieran excesiva concentraciĂłn, tales como preparar una presentaciĂłn, documentarse o contestar correos electrĂłnicos. Visitar espacios distintos o ver personas diferentes puede ayudar a que se abran los sentidos y ser provechoso, sobre todo, en los trabajos más ligados a la creatividad.
…Y CUANDO NO ES TAN BUENA IDEA
No todo el mundo sirve para trabajar desde una cafeterĂa. Para realmente aprovechar el tiempo es necesario ser disciplinado, tener fuerza de voluntad y no distraerse fácilmente.
Tampoco las cafeterĂas son adecuadas para todas las profesiones ni todas las tareas. Las que requieran silencio y concentraciĂłn, es preferible hacerlas en casa o en una biblioteca.
Las personas que trabajan con programas gráficos muy potentes, por ejemplo, quizá necesiten ordenadores de sobremesa o una conexión a Internet estable y tampoco estén cómodos en estos sitios.
Lo ideal es combinar varias opciones. Quizá, trabajar todos los dĂas desde cafeterĂas no es recomendable: entre otras cosas, conlleva un gasto en las consumiciones que realices. La soluciĂłn puede pasar por trabajar fuera solo un par de dĂas por semana.
Y, aunque algunos de estos espacios están especialmente preparados para trabajar desde ellos (por ejemplo, «La bicicleta», en Madrid, tiene cajoneras en las mesas para que guardes tu portátil cuando vas al baño), es inevitable sentirse algo incĂłmodo por ocupar una misma mesa durante varias horas habiendo consumido solo un cafĂ©. Aunque ahora casi todos los establecimientos tienen wi-fi, unos están mejor preparados que otros para trabajar desde ellos. Quizá serĂa una buena idea que los lugares a los que no les importa que sus clientes hagan ese uso del espacio tuvieran algĂşn distintivo. Algo asĂ como «Freelances Friendly».
ALGUNOS SITIOS CON WIFI PARA TRABAJAR EN MADRID
En Madrid hay muchos lugares tranquilos y agradables en los que pasar una jornada de trabajo. En la zona de Malasaña (metro Tribunal) está, por ejemplo, La bicicleta. Una buena opciĂłn durante el dĂa: las mesas desde las que se puede trabajar están señaladas y disponen de enchufes. A partir de cierta hora de la tarde, el sitio se llena, por lo que la jornada laboral debe terminar ahĂ algo antes que en otros espacios. Pepe Botella, una cafeterĂa «de las de toda la vida» con bastantes mesas en las que se puede trabajar o quedar con alguien. Tipos Infames es un mĂtico cafĂ©-vinoteca para charlar. Debido al reducido nĂşmero de mesas, quizá no es la mejor opciĂłn para ratos largos.
No muy lejos, en Chueca, se encuentra Bon Vivant&Co. Un sitio cĂłmodo a cualquier hora del dĂa para reuniones y otras actividades laborales.
En la calle Zurbano, recientemente elegida por el New York Times como una de las doce mejores calles de Europa, se encuentra CrustĂł. Ofrece enchufes, wifi, mesas amplias… y bollerĂa artesana.
En la zona de Castellana (metro Gregorio Marañón), sorprende la luminosidad de Wanda Café Optimista. Tiene una gran cantidad de mesas. Todos los asientos que están junto a las paredes cuentan con un enchufe que se descubre levantando una tapita; asà que está especialmente pensado para trabajar. Se agradece un oasis tan agradable en un área de negocios.
LavapiĂ©s es otro de los barrios de Madrid en los que trabajar desde sitios pĂşblicos está a la orden del dĂa. Un buen lugar para hacerlo es La infinito, un rincĂłn donde tambiĂ©n se pueden comprar e intercambiar libros, el Alma Café o El terral.
Si por esa zona se quiere visitar un sitio especial, es recomendable pasarse por Swinton & Grant, un espacio con cafeterĂa, librerĂa (sobre todo de cĂłmics y libros de diseño) y, si se tiene suerte, incluso alguna exposiciĂłn en su planta baja. No muy lejos de allĂ se encuentra La Casa Encendida. Tiene biblioteca y tambiĂ©n una pequeña cafeterĂa con conexiĂłn wi-fi.
Los que necesiten más concentraciĂłn encuentran, caminando un poco más la biblioteca del Museo Reina SofĂa. Para entrar, basta con enseñar el carnet de identidad. TambiĂ©n es posible trabajar en la Biblioteca Nacional (el carnet es gratuito y se solicita por internet), aunque tiene más restricciones en cuanto a los objetos que se pueden introducir en sus salas. Otra buena opciĂłn es la biblioteca del centro asociado de la UNED en las Escuelas PĂas.
(ArtĂculo escrito Ăntegramente desde lugares arriba mencionados.)
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SegĂşn el INE, el 27 % de las empresas tienen empleados que teletrabajan. A esto hay que sumar algunos autĂłnomos que no trabajan desde una oficina, como por ejemplo diseñadores, periodistas, escritores… Todos estos profesionales, además de carecer de un sitio fijo al que dirigirse cada mañana, suelen tener horarios más flexibles, determinados por objetivos y no por una máquina de fichar.
La opciĂłn más inmediata para ellos es trabajar desde casa. Esto tiene numerosas ventajas, pero tambiĂ©n puede hacerse a veces cuesta arriba, y es entonces cuando cambiar de aires puede resultar muy Ăştil para la productividad y la creatividad. Este es el motivo de que muchos de esos trabajadores decidan coger el portátil o la libreta y dirigirse a un espacio de coworking, una cafeterĂa o una biblioteca.
CUANDO TRABAJAR DESDE UNA CAFETERÍA ES UNA BUENA OPCIÓN…
Cuando una persona que teletrabaja decide pasar una jornada fuera de casa, busca aquello de lo que carece en su hogar. Si en casa no tiene tranquilidad (pareja, hijos, obras en el piso de arriba…) buscará un lugar donde estar concentrado y en silencio. Si, por el contrario, su casa es tranquila y lo que necesita es que le dé un poco el aire, ver otras caras y escuchar otras voces, buscará sitios donde note el calor humano.
Los espacios de coworking están en auge. La oferta es cada vez más amplia, y algunos ofrecen condiciones muy buenas: horarios flexibles, buena conexión a internet, tarifas económicas… Sin embargo, los sitios gratuitos son la opción preferida para los que quieren ahorrar, trabajar una jornada fuera por un motivo puntual o mantener una reunión distendida.
En estos y otros casos, es buena idea buscar una cafeterĂa que disponga de conexiĂłn gratuita a Internet. Algunas personas, a pesar del ruido ambiente, afirman que les cunde mucho en esos lugares. «En casa me distraigo», «asĂ me obligo a trabajar un nĂşmero de horas» o «asĂ aprovecho para hacer planes despuĂ©s» son algunos de los argumentos más repetidos.
No siempre hay que hacerlo solo. Trabajar al lado de compañeros de trabajo u otras personas con oficios relacionados sirve para vencer el sentimiento de soledad, hacer consultas o recibir opiniones.
En cualquier caso, trabajar desde una cafeterĂa puede ser muy agradable para tareas que no requieran excesiva concentraciĂłn, tales como preparar una presentaciĂłn, documentarse o contestar correos electrĂłnicos. Visitar espacios distintos o ver personas diferentes puede ayudar a que se abran los sentidos y ser provechoso, sobre todo, en los trabajos más ligados a la creatividad.
…Y CUANDO NO ES TAN BUENA IDEA
No todo el mundo sirve para trabajar desde una cafeterĂa. Para realmente aprovechar el tiempo es necesario ser disciplinado, tener fuerza de voluntad y no distraerse fácilmente.
Tampoco las cafeterĂas son adecuadas para todas las profesiones ni todas las tareas. Las que requieran silencio y concentraciĂłn, es preferible hacerlas en casa o en una biblioteca.
Las personas que trabajan con programas gráficos muy potentes, por ejemplo, quizá necesiten ordenadores de sobremesa o una conexión a Internet estable y tampoco estén cómodos en estos sitios.
Lo ideal es combinar varias opciones. Quizá, trabajar todos los dĂas desde cafeterĂas no es recomendable: entre otras cosas, conlleva un gasto en las consumiciones que realices. La soluciĂłn puede pasar por trabajar fuera solo un par de dĂas por semana.
Y, aunque algunos de estos espacios están especialmente preparados para trabajar desde ellos (por ejemplo, «La bicicleta», en Madrid, tiene cajoneras en las mesas para que guardes tu portátil cuando vas al baño), es inevitable sentirse algo incĂłmodo por ocupar una misma mesa durante varias horas habiendo consumido solo un cafĂ©. Aunque ahora casi todos los establecimientos tienen wi-fi, unos están mejor preparados que otros para trabajar desde ellos. Quizá serĂa una buena idea que los lugares a los que no les importa que sus clientes hagan ese uso del espacio tuvieran algĂşn distintivo. Algo asĂ como «Freelances Friendly».
ALGUNOS SITIOS CON WIFI PARA TRABAJAR EN MADRID
En Madrid hay muchos lugares tranquilos y agradables en los que pasar una jornada de trabajo. En la zona de Malasaña (metro Tribunal) está, por ejemplo, La bicicleta. Una buena opciĂłn durante el dĂa: las mesas desde las que se puede trabajar están señaladas y disponen de enchufes. A partir de cierta hora de la tarde, el sitio se llena, por lo que la jornada laboral debe terminar ahĂ algo antes que en otros espacios. Pepe Botella, una cafeterĂa «de las de toda la vida» con bastantes mesas en las que se puede trabajar o quedar con alguien. Tipos Infames es un mĂtico cafĂ©-vinoteca para charlar. Debido al reducido nĂşmero de mesas, quizá no es la mejor opciĂłn para ratos largos.
No muy lejos, en Chueca, se encuentra Bon Vivant&Co. Un sitio cĂłmodo a cualquier hora del dĂa para reuniones y otras actividades laborales.
En la calle Zurbano, recientemente elegida por el New York Times como una de las doce mejores calles de Europa, se encuentra CrustĂł. Ofrece enchufes, wifi, mesas amplias… y bollerĂa artesana.
En la zona de Castellana (metro Gregorio Marañón), sorprende la luminosidad de Wanda Café Optimista. Tiene una gran cantidad de mesas. Todos los asientos que están junto a las paredes cuentan con un enchufe que se descubre levantando una tapita; asà que está especialmente pensado para trabajar. Se agradece un oasis tan agradable en un área de negocios.
LavapiĂ©s es otro de los barrios de Madrid en los que trabajar desde sitios pĂşblicos está a la orden del dĂa. Un buen lugar para hacerlo es La infinito, un rincĂłn donde tambiĂ©n se pueden comprar e intercambiar libros, el Alma Café o El terral.
Si por esa zona se quiere visitar un sitio especial, es recomendable pasarse por Swinton & Grant, un espacio con cafeterĂa, librerĂa (sobre todo de cĂłmics y libros de diseño) y, si se tiene suerte, incluso alguna exposiciĂłn en su planta baja. No muy lejos de allĂ se encuentra La Casa Encendida. Tiene biblioteca y tambiĂ©n una pequeña cafeterĂa con conexiĂłn wi-fi.
Los que necesiten más concentraciĂłn encuentran, caminando un poco más la biblioteca del Museo Reina SofĂa. Para entrar, basta con enseñar el carnet de identidad. TambiĂ©n es posible trabajar en la Biblioteca Nacional (el carnet es gratuito y se solicita por internet), aunque tiene más restricciones en cuanto a los objetos que se pueden introducir en sus salas. Otra buena opciĂłn es la biblioteca del centro asociado de la UNED en las Escuelas PĂas.
(ArtĂculo escrito Ăntegramente desde lugares arriba mencionados.)
Preciosa joya de CafeterĂa Oficina Coworking, donde se puede desayunar a partir de las 10 h, comer, cenar y pasarlo muy bien.
La inigualable acogida de Carole y Jean Charles y sus Quiches,
tartas, infusiones, tĂ©s, cafĂ©s, coquitos, bollerĂa…
Un lugar perfecto para trabajar con el pc, wifi y enchufes,
baños limpios con unos emblemas únicos, que sólo vale la pena venir a verlos.
¡¡¡ Nos vemos en el Bocado de Carole. L5 Chueca y L10 Alonso MartĂnez. C. Hernán CortĂ©s 19, Madrid Ciudad
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