—Cariño, esta semana empiezo [acabo] la novela —tú, firme—. Si me dejas que lo pase en la cama.
—Escribir. Ya —mezcla de escepticismo y retintÃn.
Aquà toca dar argumentos de peso.
LEONARDO DA VINCI
Al genio italiano le gustaba meditar en la cama en las primeras horas de la mañana. Escribió en su Cuaderno de notas:
«He experimentado que es de grandÃsima utilidad, estando en la cama a oscuras, reparar y considerar con la imaginación los contornos de las formas que se estudiaron u otras cosas de especulación delicada».
A diferencia de muchos de nosotros, que lo primero que hacemos es echar un vistazo a las redes sociales.
MARK TWAIN
Mark Twain en uno de sus dÃas.
Twain escribió prácticamente toda su obra literaria en la cama. Entre otras, es autor de una de las primeras historias de viajes en el tiempo: Un yanki en la corte del rey Arturo. Una historia que quizá comenzó con un sueño, de esos que si sales de la cama, olvidas por completo.
SCOTT FITZGERALD
Scott Fitzgerald, con una salud precaria en sus últimos años, quiso concluir la redacción de El último magnate en la cama. Cada dÃa pasaba cinco horas escribiendo sobre una mesita, con la espalda entre almohadones. Fue un ataque al corazón, y no la cama, lo que impidió a Fitzgerald terminar su obra.
ROBERT LOUIS STEVENSON
Stevenson paseaba para despejar la mente, pero a menudo trabajaba en la cama. Tres dÃas pasó en ella para escribir El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, a razón de 10.000 palabras diarias. Todo comenzó cuando la esposa de Stevenson consideró que el primer borrador era flojo. Stevenson quemó el manuscrito y se metió en la cama (pilló un rebote, vamos). Y comenzó Dr. Jekyll y Mr. Hyde desde cero.
EL CARDENAL RICHELIEU
El villano en las pelÃculas de mosqueteros dirigÃa Francia desde la cama. Solo salÃa de ella para pasear por el palacio y hablar con el rey y gobernantes de otros paÃses.
MARCEL PROUST
Proust parecÃa sentir alergia al mundo. Reescribió En busca del tiempo perdido en la cama con una bolsa de agua caliente en los pies, en una habitación revestida de corcho. TenÃa una docena de bolÃgrafos; si alguno se caÃa, no lo recogÃa.
JUAN CARLOS ONETTI
Cuenta la leyenda que el escritor uruguayo pasó doce años sin salir de la cama en su piso en Madrid. Según Dorotea Muhr, viuda de Onetti, es un mito, pero reconoce que el escritor, achacoso en sus últimos años, escribÃa en la cama.
WINSTON CHURCHILL
Churchill dictaba cartas, manejaba papeles oficiales y gobernaba Inglaterra desde la cama. No le fue mal: impidió que Hitler, que apenas dormÃa, invadiera el paÃs.
FRIDA KAHLO
Frida Kahlo pintando en la cama.
Pasó gran parte de su vida en la cama. A los seis años tuvo poliomielitis. A los diecinueve, un tranvÃa la atropelló y le rompió la columna vertebral, las costillas, la pelvis y la pierna derecha. Pasó dos semanas en coma y un año de convalecencia. Durante todo este tiempo paso por treinta y dos operaciones.
Tras repasar a estos personajes históricos, parece claro que la cama avivó la creatividad de algunos artistas y la mente de hombres de estado. Sin embargo, la Universidad de Harvard desaconseja trabajar en la cama porque rompe la asociación dormitorio-sueño y dificulta el descanso nocturno. De todas maneras, habrá que probarlo.
—Cariño, esta semana empiezo [acabo] la novela —tú, firme—. Si me dejas que lo pase en la cama.
—Escribir. Ya —mezcla de escepticismo y retintÃn.
Aquà toca dar argumentos de peso.
LEONARDO DA VINCI
Al genio italiano le gustaba meditar en la cama en las primeras horas de la mañana. Escribió en su Cuaderno de notas:
«He experimentado que es de grandÃsima utilidad, estando en la cama a oscuras, reparar y considerar con la imaginación los contornos de las formas que se estudiaron u otras cosas de especulación delicada».
A diferencia de muchos de nosotros, que lo primero que hacemos es echar un vistazo a las redes sociales.
MARK TWAIN
Mark Twain en uno de sus dÃas.
Twain escribió prácticamente toda su obra literaria en la cama. Entre otras, es autor de una de las primeras historias de viajes en el tiempo: Un yanki en la corte del rey Arturo. Una historia que quizá comenzó con un sueño, de esos que si sales de la cama, olvidas por completo.
SCOTT FITZGERALD
Scott Fitzgerald, con una salud precaria en sus últimos años, quiso concluir la redacción de El último magnate en la cama. Cada dÃa pasaba cinco horas escribiendo sobre una mesita, con la espalda entre almohadones. Fue un ataque al corazón, y no la cama, lo que impidió a Fitzgerald terminar su obra.
ROBERT LOUIS STEVENSON
Stevenson paseaba para despejar la mente, pero a menudo trabajaba en la cama. Tres dÃas pasó en ella para escribir El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, a razón de 10.000 palabras diarias. Todo comenzó cuando la esposa de Stevenson consideró que el primer borrador era flojo. Stevenson quemó el manuscrito y se metió en la cama (pilló un rebote, vamos). Y comenzó Dr. Jekyll y Mr. Hyde desde cero.
EL CARDENAL RICHELIEU
El villano en las pelÃculas de mosqueteros dirigÃa Francia desde la cama. Solo salÃa de ella para pasear por el palacio y hablar con el rey y gobernantes de otros paÃses.
MARCEL PROUST
Proust parecÃa sentir alergia al mundo. Reescribió En busca del tiempo perdido en la cama con una bolsa de agua caliente en los pies, en una habitación revestida de corcho. TenÃa una docena de bolÃgrafos; si alguno se caÃa, no lo recogÃa.
JUAN CARLOS ONETTI
Cuenta la leyenda que el escritor uruguayo pasó doce años sin salir de la cama en su piso en Madrid. Según Dorotea Muhr, viuda de Onetti, es un mito, pero reconoce que el escritor, achacoso en sus últimos años, escribÃa en la cama.
WINSTON CHURCHILL
Churchill dictaba cartas, manejaba papeles oficiales y gobernaba Inglaterra desde la cama. No le fue mal: impidió que Hitler, que apenas dormÃa, invadiera el paÃs.
FRIDA KAHLO
Frida Kahlo pintando en la cama.
Pasó gran parte de su vida en la cama. A los seis años tuvo poliomielitis. A los diecinueve, un tranvÃa la atropelló y le rompió la columna vertebral, las costillas, la pelvis y la pierna derecha. Pasó dos semanas en coma y un año de convalecencia. Durante todo este tiempo paso por treinta y dos operaciones.
Tras repasar a estos personajes históricos, parece claro que la cama avivó la creatividad de algunos artistas y la mente de hombres de estado. Sin embargo, la Universidad de Harvard desaconseja trabajar en la cama porque rompe la asociación dormitorio-sueño y dificulta el descanso nocturno. De todas maneras, habrá que probarlo.
A mà me gusta hacer ganchillo en la cama y desde luego, por las mañanas, al despertar se me han ocurrido los mejores escritos, la mayorÃa se quedaron entre el espacio que hay del colchón al suelo al posar los pies. Una pena
Curiosa la forma de crear arte, pero además la cantidad de personajes que lo hacÃan es increÃble.
Muy buen artÃculo!
A mà me gusta hacer ganchillo en la cama y desde luego, por las mañanas, al despertar se me han ocurrido los mejores escritos, la mayorÃa se quedaron entre el espacio que hay del colchón al suelo al posar los pies. Una pena
Curiosa la forma de crear arte, pero además la cantidad de personajes que lo hacÃan es increÃble.
Muy buen artÃculo!
Genial tu artÃculo.
Te falta Descartes.
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