Formas para describir lo mucho que te gusta una cosa hay muchas y muy expresivas. Pero esta de la chavalada que hoy traemos a este Traductor es de una contundencia y rotundidad que nos deja loquers.
Meterse algo por el culo, en lenguaje boomer, tiene unas connotaciones negativas obvias. Ojo, que no se juzga con ello la práctica del sexo anal, pero convendremos en que todo lo que esté relacionado con el orto bonito bonito no es.
Obviamente, es fácil pensar que si alguien de esta generación madurita escucha decir a otra persona «me lo meto por el culo», entenderá que la acción es bastante desagradable para su interlocutor. No digamos nada lo ofensivo que pueda resultar a esa misma persona que le inviten a metérselo por el culo ella misma. Pedirle a alguien que se meta algo por donde amargan los pepinos expresa un rechazo contundente y bastante mal educado.

Cómo ha evolucionado desde ese lado oscuro al brillante de la Fuerza no está claro. Pero el tránsito está completo y para las nuevas generaciones, la Z y la Alfa, al decir me lo meto por el culo están dando a entender lo muchÃsimo muchÃsimo muchÃsimo que les gusta esa cosa. ¿La última canción de Aitana? Me la meto por el culo. ¿Las cocretas de la abu? Me las meto por el culo. Y asà con todo.
La relación con el placer sexual obtenido al practicar la sodomÃa es clara, no puede negarse, y no podemos dejar de alegrarnos por ver la reapropiación positiva que ha tenido esta expresión en boca de los Z. Que la sodomÃa no se vea como algo malo y negativo es muy de agradecer a esta generación. Aunque, claro, va a ser difÃcil que un boomer (como esta que escribe) adopte la expresión por muy a favor de la libertad sexual que esté. Y por mucho que le gusten las cocretas de la abu.
Formas para describir lo mucho que te gusta una cosa hay muchas y muy expresivas. Pero esta de la chavalada que hoy traemos a este Traductor es de una contundencia y rotundidad que nos deja loquers.
Meterse algo por el culo, en lenguaje boomer, tiene unas connotaciones negativas obvias. Ojo, que no se juzga con ello la práctica del sexo anal, pero convendremos en que todo lo que esté relacionado con el orto bonito bonito no es.
Obviamente, es fácil pensar que si alguien de esta generación madurita escucha decir a otra persona «me lo meto por el culo», entenderá que la acción es bastante desagradable para su interlocutor. No digamos nada lo ofensivo que pueda resultar a esa misma persona que le inviten a metérselo por el culo ella misma. Pedirle a alguien que se meta algo por donde amargan los pepinos expresa un rechazo contundente y bastante mal educado.

Cómo ha evolucionado desde ese lado oscuro al brillante de la Fuerza no está claro. Pero el tránsito está completo y para las nuevas generaciones, la Z y la Alfa, al decir me lo meto por el culo están dando a entender lo muchÃsimo muchÃsimo muchÃsimo que les gusta esa cosa. ¿La última canción de Aitana? Me la meto por el culo. ¿Las cocretas de la abu? Me las meto por el culo. Y asà con todo.
La relación con el placer sexual obtenido al practicar la sodomÃa es clara, no puede negarse, y no podemos dejar de alegrarnos por ver la reapropiación positiva que ha tenido esta expresión en boca de los Z. Que la sodomÃa no se vea como algo malo y negativo es muy de agradecer a esta generación. Aunque, claro, va a ser difÃcil que un boomer (como esta que escribe) adopte la expresión por muy a favor de la libertad sexual que esté. Y por mucho que le gusten las cocretas de la abu.