20 de enero 2011    /   CREATIVIDAD
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Un año de bigotones

20 de enero 2011    /   CREATIVIDAD     por          
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Año 1980. Un servicio internacional de información recopiló los nombres y descripciones de los criminales más buscados por las autoridades, algunos de los hombres más peligrosos del mundo. Auténticos rufianes convertidos en enemigos públicos. Pasó una década de inquietud y fechorías que contribuyeron a que la historia de estos individuos se convirtiera en un asunto de atención mundial. Por fin, en la primavera de 1990, todos ellos fueron apresados. Por esas casualidades que tiene la vida, todos ellos portaban un robusto bigote bajo sus narices. Las fotografías, así como la información obtenida durante la detención de estos malhechores, se ha reunido en un proyecto único.

La historia de estos doce hombres es totalmente ficticia. El mundo vivió agitado entre 1980 y 1990 pero por otros motivos que no vienen al caso y que consumirían las páginas de treinta y nueve ediciones de Yorokobu. Lo que sí es cierto es que existe una colección de imágenes de doce viriles caballeros armados con doce regios bigotones. Hablamos de Most Wanted: The Moustache Calendar, un calendario que, como explica el fotógrafo creador del proyecto, Richard Chapman, “celebra la capacidad de seducción y la masculinidad del bigote” en un hombre, claro, aunque no entraremos a juzgar parafilias y gustos extraños.

El planeta ha vivido durante muchos años de espaldas a tan elegante atributo. Destacados nombres asociados a poblados mostachos han sido tradicionalmente vistos a través de un prisma condicionado por el exotismo que este característico montón de pelo aportaba. “Al menos en Estados Unidos, el bigote se veía como algo exclusivo de hombres mayores, acosadores atemorizantes o un irónico atributo para hipsters. Estoy totalmente en desacuerdo con eso”, explica Chapman. “Un bigote llevado con confianza puede ser un símbolo de estilo y status en un hombre de cualquier edad”.

El calendario nació como un evento aislado en 2005, con el fin de recaudar fondos para un viaje de estudiantes a Hawaii. Tras unos años de abandono de la idea, fue en 2009 cuando Chapman reparó en lo adecuado de rescatar un símbolo como este desde una perspectiva artística. Con la ayuda del ingeniero Max Cavallero y la estudiante de diseño Shiman Shan el proyecto renació al calor de la Rhode Island School of Design, la escuela de diseño con la que el fotógrafo andaba constantemente implicado. “Concibo la interacción humana como el hilo conductor de mi trabajo. La posibilidad de establecer conexiones con otra gente es lo que proporciona el significado a lo que hago. De ahí que me lanzase y convocara a estudiantes de la RISD y a un par de profesores”, cuenta el autor. El resultado fue Sex Confident, el calendario de bigotes de 2010. En 2011 será el catálogo de truhanes de Most Wanted. ¿Y el año que viene? “En marzo nos vamos a Gran Bretaña para hacer las fotografías del calendario de 2012. Estaremos en Londres capturando algo de la historia y la herencia del mostacho en las islas británicas. El deseo es continuar esta tendencia internacional e incluir retratos de bigotes procedentes de todo el mundo”, señala Richard Chapman. Prohombres como Earl Hickey, Javier Azkargorta o Joaquín Arozamena se mostrarían orgullosos de iniciativas como esta. ¡Tiemble, sr. Gillette!

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Año 1980. Un servicio internacional de información recopiló los nombres y descripciones de los criminales más buscados por las autoridades, algunos de los hombres más peligrosos del mundo. Auténticos rufianes convertidos en enemigos públicos. Pasó una década de inquietud y fechorías que contribuyeron a que la historia de estos individuos se convirtiera en un asunto de atención mundial. Por fin, en la primavera de 1990, todos ellos fueron apresados. Por esas casualidades que tiene la vida, todos ellos portaban un robusto bigote bajo sus narices. Las fotografías, así como la información obtenida durante la detención de estos malhechores, se ha reunido en un proyecto único.

La historia de estos doce hombres es totalmente ficticia. El mundo vivió agitado entre 1980 y 1990 pero por otros motivos que no vienen al caso y que consumirían las páginas de treinta y nueve ediciones de Yorokobu. Lo que sí es cierto es que existe una colección de imágenes de doce viriles caballeros armados con doce regios bigotones. Hablamos de Most Wanted: The Moustache Calendar, un calendario que, como explica el fotógrafo creador del proyecto, Richard Chapman, “celebra la capacidad de seducción y la masculinidad del bigote” en un hombre, claro, aunque no entraremos a juzgar parafilias y gustos extraños.

El planeta ha vivido durante muchos años de espaldas a tan elegante atributo. Destacados nombres asociados a poblados mostachos han sido tradicionalmente vistos a través de un prisma condicionado por el exotismo que este característico montón de pelo aportaba. “Al menos en Estados Unidos, el bigote se veía como algo exclusivo de hombres mayores, acosadores atemorizantes o un irónico atributo para hipsters. Estoy totalmente en desacuerdo con eso”, explica Chapman. “Un bigote llevado con confianza puede ser un símbolo de estilo y status en un hombre de cualquier edad”.

El calendario nació como un evento aislado en 2005, con el fin de recaudar fondos para un viaje de estudiantes a Hawaii. Tras unos años de abandono de la idea, fue en 2009 cuando Chapman reparó en lo adecuado de rescatar un símbolo como este desde una perspectiva artística. Con la ayuda del ingeniero Max Cavallero y la estudiante de diseño Shiman Shan el proyecto renació al calor de la Rhode Island School of Design, la escuela de diseño con la que el fotógrafo andaba constantemente implicado. “Concibo la interacción humana como el hilo conductor de mi trabajo. La posibilidad de establecer conexiones con otra gente es lo que proporciona el significado a lo que hago. De ahí que me lanzase y convocara a estudiantes de la RISD y a un par de profesores”, cuenta el autor. El resultado fue Sex Confident, el calendario de bigotes de 2010. En 2011 será el catálogo de truhanes de Most Wanted. ¿Y el año que viene? “En marzo nos vamos a Gran Bretaña para hacer las fotografías del calendario de 2012. Estaremos en Londres capturando algo de la historia y la herencia del mostacho en las islas británicas. El deseo es continuar esta tendencia internacional e incluir retratos de bigotes procedentes de todo el mundo”, señala Richard Chapman. Prohombres como Earl Hickey, Javier Azkargorta o Joaquín Arozamena se mostrarían orgullosos de iniciativas como esta. ¡Tiemble, sr. Gillette!

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Opiniones 3
  • y Miguel de la Cuadra Salcedo.
    Y Tejero.
    y Groucho Marx.
    Y Jose Maria Iñigo.
    Y Bigote arrocet.
    Y una pregunta que me llevo haciendo desde que iba al colegio de los jesuitas. ¿por qué los curas no llevan bigote? ; Jamas he visto uno. Barbas, perillas, patillas, vale. pero jamás una sotana con mostacho. ¿tendrá que ver con la masculinidad y la capacidad de seducción?
    ¿alguien tiene una respuesta?

    • Nacho, como puede deducirse por el hecho que apuntas, los sacerdotes son “barbilampiños de bigote” por una mutación genética que produce ese efecto unido al de atribuir la creación de la vida a un ente inabarcable. En cualquier caso, el enviado de Dios en España durante 40 años tenía bigote. Y la voz atiplada, pero realmente esto no tiene relación con el tema que nos ocupa.

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