2 de abril 2012    /   CREATIVIDAD
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Unos crían la fama y otros cardan la lana

2 de abril 2012    /   CREATIVIDAD     por          
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En tiempos de twitter, whatsapp y de los smartphones, aún quedan nostálgicos o quien sabe si iluminados que recuperan algo casi extinguido: el pastoreo. Pero no sólo es que enseñen un oficio a los jóvenes que regresan al campo, cada vez más numerosos, sino que además les compran la lana, la transforman y la venden convertida en mullidos jerseys o en calentitos gorros.

Hablamos de Obrador Xisqueta, una asociación sin ánimo de lucro situada en el Pallars Sobirà, en el Pirineo. ¿Por qué Xisqueta? Porque es el nombre de la raza de ovejas de la comarca. “Nos dimos cuenta de que la lana se pagaba a precios ínfimos, por eso no interesaba ni venderla: los pastores no sabían qué hacer con ella, la lana no se puede quemar, la cambiaban por cencerros para las ovejas o acababa en las cunetas o enterrada. Por eso formamos el Obrador”, comenta Vanessa Freixá. Ellos pagan un precio justo por la lana para que los ganaderos puedan costear la esquilada, además de aprovechar la materia prima de esta raza que hasta hace poco estaba considerada en peligro de extinción.

La asociación lleva funcionando desde 2008 y compra la materia prima a 25 pastores de la región: entre 13 y 15 toneladas. Doce artesanos, que previamente se han encargado de formar, son los encargados de diseñar los artículos que luego comercializan a través de su tienda on line o en distintas tiendas de Barcelona. Hay de todo un poco: jerseys, guantes, gorros, pendientes, jabones, patucos para bebé… “La Xisqueta se ha convertido en el primer proveedor estatal de lana Xisqueta. Hasta ahora no había vendedores al detalle de lana y la gente que la necesitaba debía adquirirla fuera, a Alemania por ejemplo”, comenta.

Renovarse o morir, la asociación lanza cada año una nueva colección: “Los productos best sellers son un jabón trenzado con lana y un joyero bastante especial que siempre acaba en la cesta de la compra”, añade.

La escuela de pastores con la que colaboran lleva funcionando hace cuatro años y en los dos primeros pasaron por ella 48 personas. De ellas, un 61% está vinculado en la actualidad a este sector.

Fotos: Associació rurbans

Fotos lana: Xisqueta

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En tiempos de twitter, whatsapp y de los smartphones, aún quedan nostálgicos o quien sabe si iluminados que recuperan algo casi extinguido: el pastoreo. Pero no sólo es que enseñen un oficio a los jóvenes que regresan al campo, cada vez más numerosos, sino que además les compran la lana, la transforman y la venden convertida en mullidos jerseys o en calentitos gorros.

Hablamos de Obrador Xisqueta, una asociación sin ánimo de lucro situada en el Pallars Sobirà, en el Pirineo. ¿Por qué Xisqueta? Porque es el nombre de la raza de ovejas de la comarca. “Nos dimos cuenta de que la lana se pagaba a precios ínfimos, por eso no interesaba ni venderla: los pastores no sabían qué hacer con ella, la lana no se puede quemar, la cambiaban por cencerros para las ovejas o acababa en las cunetas o enterrada. Por eso formamos el Obrador”, comenta Vanessa Freixá. Ellos pagan un precio justo por la lana para que los ganaderos puedan costear la esquilada, además de aprovechar la materia prima de esta raza que hasta hace poco estaba considerada en peligro de extinción.

La asociación lleva funcionando desde 2008 y compra la materia prima a 25 pastores de la región: entre 13 y 15 toneladas. Doce artesanos, que previamente se han encargado de formar, son los encargados de diseñar los artículos que luego comercializan a través de su tienda on line o en distintas tiendas de Barcelona. Hay de todo un poco: jerseys, guantes, gorros, pendientes, jabones, patucos para bebé… “La Xisqueta se ha convertido en el primer proveedor estatal de lana Xisqueta. Hasta ahora no había vendedores al detalle de lana y la gente que la necesitaba debía adquirirla fuera, a Alemania por ejemplo”, comenta.

Renovarse o morir, la asociación lanza cada año una nueva colección: “Los productos best sellers son un jabón trenzado con lana y un joyero bastante especial que siempre acaba en la cesta de la compra”, añade.

La escuela de pastores con la que colaboran lleva funcionando hace cuatro años y en los dos primeros pasaron por ella 48 personas. De ellas, un 61% está vinculado en la actualidad a este sector.

Fotos: Associació rurbans

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Opiniones 7
  • Bien, Yorokobu, gracias por pasarme un balón facil:el dia que con twiter, whastsapp y smartthphoesn hagamos que la hierba se conveierta en chuletas, piernas de cordero y quesos, no hara falta el pastoreo…miesntras tanto, amigo, no lo demos por extinguido pues un de los principios de la ecología campesina dice “todo lo que no se convierte en energía, fibras y proteinas (queso o carne) se convierte en matorral y el bosque sin manejo y termina quemando”. ¿Puedo volver al asiento señor Gallota De Ángel Heredia ?

  • jajajaja…que bueno!!…cuando coloqué mi comentario anterior no había podido abrir el link. Así que pensé que la frase era una sentencia y no un encabezado de un artículo pro-pastoreo de una iniciativa en las que están implicadas las chicas de Montanyanes y rurbans (son amigas, mujeres inteligentes y decididas como pocas…)…Además ya veo que Yorokobu no es una persona sino un medio…en fín, que me he liao.

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