¿Puede el turismo del siglo XXI remediar la despoblación rural?

”Yorokobu gratis en formato digital!
Tecnológico, conectado, solitario āo single, que parece que suena mejorā, simultĆ”neo, sostenible, colaborativo, experiencial, itinerante⦠Todos estos conceptos son los que definen el turismo del siglo XXI, el sector que mĆ”s riqueza aporta a la economĆa espaƱola en la actualidad.
Ahora bien, en una España que, durante décadas, ha sido el edén del turismo masificado de sol y playa y donde gran parte del territorio se encuentra polarizado entre núcleos urbanos hiperpoblados y grandes espacios rurales deshabitados, la pregunta que surge es: ¿puede el turismo ayudar a hacer frente al problema de la despoblación rural?
La nueva ruralidad apuesta por el sĆ, pero redefiniendo por completo el producto turĆstico.
LA NUEVA RURALIDAD
Es un hecho: la EspaƱa vacĆa ya no aguanta mĆ”s. Por no aguantar, no aguanta ni el adjetivo: de vacĆa a vaciada. Ese fue el cambio de lema de la manifestación que el 31 de marzo de 2019 reunió en Madrid a miles de defensores del rural espaƱol convocados por Soria Ā”Ya! y la reciĆ©n entrada al Congreso Teruel Existe. Pero esa manifestación solo fue la parte visible de un temblor que estĆ” sacudiendo muchos cimientos y que se puede resumir en un concepto: nueva ruralidad, la bĆŗsqueda de la identidad rural del siglo XXI.
Virginia Mendoza, en su necesario QuiĆ©n te cerrarĆ” los ojos,Ā de Libros del K.O., escribió: Ā«Asfalto y tierra compiten por la verdad. Cada uno tiene la suya y es preciso separarlas para mantener el decoroĀ». Ese decoro es una de las empalizadas que la nueva ruralidad se ha llevado por delante en los Ćŗltimos meses. Antes, el rural ejercĆa un rol sumiso, ahora abarrota el paseo de la Castellana de Madrid, entra en el Congreso de los Diputados y crea su propio G20 multiplicĆ”ndolo por cinco: el G100.
El G100 es un conjunto de 50 hombres y 50 mujeres de toda EspaƱa que participan en el proyecto Terris, Territorios e Innovación Social, llevado a cabo por El Hueco, la primera iniciativa de coworking para el fomento de emprendimientos de la ciudad de Soria. SegĆŗn explicaba el director de El Hueco, JoaquĆn Alcalde, para eldiario.es, Terris es Ā«un proceso de cocreación de una identidad rural, basado en la gestión de la inteligencia colectiva, con el que pretendemos alumbrar las lĆneas estratĆ©gicas de cómo ha de evolucionar la relación del ser humano con el medio rural y buscar soluciones innovadoras y sostenibles a los principales problemas que atenazan a las zonas ruralesĀ».
Aparte del proyecto Terris, El Hueco tambiĆ©n es el responsable de Presura, la Feria Nacional para la Repoblación de la EspaƱa Rural, celebrada en Soria y cuya tercera edición tuvo lugar el pasado noviembre. Con el objetivo de servir como muestrario y punto de encuentro para los emprendedores rurales, los tres dĆas que duró Presura sirvieron para reunir propuestas de todos los Ć”mbitos: comunicación, tecnologĆa, transporte, energĆa, educación, salud, vivienda, economĆa⦠Y, por supuesto, turismo.
Siguiendo la lĆnea del prototipo diseƱado por el G100 para el Ć”mbito turĆstico, el concepto de turismo que se vio en Presura tenĆa una clave maestra: la comunidad local como protagonista de la gestión y comunicación de su propio patrimonio. En este nuevo modelo, el producto turĆstico no tiene que ser para los turistas, sino para la comunidad local, donde el viajero participa como invitado. Esta es, precisamente, una de las claves del proyecto que ganó en Presura el Premio a la mejor emprendedora rural en zonas escasamente pobladas. Su nombre es vanwoow, y aglutina bajo la misma idea varios conceptos que definen al turista del siglo XXI.
VANWOOW, TURISMO ITINERANTE Y COLABORATIVO CONTRA LA DESPOBLACIĆN RURAL
«Un viaje para rescatar 5.600 micropueblos del olvido». Ese es el eslogan de la campaña de Goteo que estÔn llevando a cabo Auxi Piñero, Ana Galindo y Manuel y Javier Guisado, los cuatro integrantes del equipo de trabajo de vanwoow, la primera plataforma colaborativa de turismo responsable contra la despoblación rural.
Como explica PiƱero, la idea surgió en 2017 Ā«en un viaje en autocaravana por Teruel. Era temporada alta y nos encontramos que todos los lugares que visitĆ”bamos estaban vacĆos. Esto chocaba con algo que suele suceder en el colectivo de autocaravanas, que se queja de que en temporada alta no nos acogen, no hay sitio para colocarseĀ». SegĆŗn comenta PiƱero, durante su viaje descubrieron que en muchos de los pueblos que visitaban habĆa numerosas actividades totalmente desconocidas y con un gran potencial turĆstico.
Tras un perĆodo de incubación de la idea y un viaje de 5 meses por EspaƱa para comprobar en primera persona la viabilidad de su proyecto, vanwoow nació en forma de cooperativa integral dirigida al colectivo de turismo itinerante. Ā«El sistema de cooperativa integral aglutina, a su vez, tres tipos de cooperativas āexplica PiƱeroā: cooperativa de trabajo, formada por nosotros cuatro; cooperativa de socios usuarios, formada por los viajeros en autocaravana; y cooperativa de socios colaboradores, formada por los habitantes de pueblos que ofrecen experienciasĀ».
La aparición de vanwoow no es azarosa. En EspaƱa, el turismo camperizado ha crecido de forma exponencial en los Ćŗltimos aƱos, alcanzando cifras pico de alquileres y matriculaciones durante el verano de 2019. El Ć©xito ha sido tan grande que provocó un efecto llamada para Camplify, la empresa lĆder de alquileres de vehĆculos camperizados en Australia y Reino Unido, la cual comenzó a operar en EspaƱa desde el pasado octubre.
En el proyecto de vanwoow, la parte experiencial āotro tĆ©rmino definitorio del turismo actualā es la clave a travĆ©s de la cual se quiere atacar de forma directa al problema de la despoblación. Siguiendo su objetivo de crear una comunidad colaborativa que conecte micropueblos y autocaravanistas, la aplicación busca visibilizar lugares en los que vivir experiencias y pernoctas Ćŗnicas y segurasĀ en el mundo rural. Como explica Manu Guisado, Ā«en cada lugar habrĆ” ligado un espacio de pernocta y se colgaran todas la actividades y eventos que el pueblo quiera que dinamicemosĀ».
Dentro de su proyecto, los cuatro integrantes del grupo de trabajo de vanwoow tienen también en cuenta otra de las limitaciones que existen en España frente al reciente bum del turismo itinerante: la escasez de instalaciones para autocaravanas. «Hemos llegado ya a acuerdos con veintitrés poblaciones para que adecuen su espacio, algunas de ellas lo estÔn gestionando a través de la solicitud de subvenciones», explica Guisado.
De esta forma se consigue un objetivo fundamental para vanwoow, que «la zona de pernocta esté en el pueblo, para integrarse y tener la experiencia dentro del mismo. No queremos que la zona de autocaravanas sea un Ôrea de servicio, sino un espacio mÔs del pueblo que sirva de residencia para visitantes itinerantes, facilitando asà un turismo de tipo mÔs inclusivo».
Estos acuerdos con las poblaciones forman parte de lo que ellos llaman la «fase de asesoramiento estratégico», a través de la cual se reúnen con habitantes e instituciones para conocer sus impresiones y capacidades y, en el caso de necesitarlo, llevar a cabo distintos talleres como empoderamiento digital o copywriting.
En cuanto al tema económico, Guisado explica que vanwoow es un proyecto «sin Ônimo de lucro, un lugar de encuentro para socializar con otros viajeros, de unión entre productores locales que tengan un problema común en diferentes provincias y un espacio de toma de decisiones dentro de la plataforma». Respecto a esto último, Guisado añade que con «los excedentes, cuando los haya, se destinarÔn a sufragar un proyecto social o ambiental que haya en un micropueblo, el cual se someterÔ a votación por parte de la comunidad».
El turista del siglo XXI, camperizado, conectado a mil redes sociales y hastiado del estrĆ©s urbano, parece ser un perfil ideal para ocupar un hueco y generar una nueva fuente de riqueza āeconómica y socialā en la EspaƱa despoblada. Sin embargo, como recalcaba Guisado en un momento de la entrevista, la realidad del problema rural abarca muchos mĆ”s aspectos como Ā«la conexión a internet, la permanencia de servicios bĆ”sicos como tienda, supermercado, farmacia, escuela⦠y, sobre todo, la motivación de los habitantes y gobernante por no dejar morir su puebloĀ».
El mundo rural ya no es solo agrĆcola, ganadero o forestal tradicional, es un espacio en el que han surgido numerosas iniciativas de carĆ”cter cultural, educativo, sociosanitario o energĆ©tico y, por tanto, el abordaje debe ser multidisciplinar. Que el turismo del siglo XXI haga crecer las economĆas y el poblamiento rural dependerĆ” de que estos lugares actualicen sus espacios y proyectos a los requerimientos de las nuevas tendencias ācomo los espacios de pernocta de vanwoowā de que se genere una unión en red entre ellos y, sobre todo, de que se deje de mirar al mundo rural como el lugar polvoriento y retrasado que comienza donde acaba el asfalto.
Rafa Navarro: Ā«En 200 aƱos con nuestra sabidurĆa vamos a destruir lo que nuestros antepasados mantuvieron durante 10.000 aƱos con su analfabetismo. No hay que volver a vivir, trabajando de sol a sol, como nuestros abuelos, pero sĆ a vivir y sentir como ellosĀ».
ā Salvaje (@revista_salvaje) November 27, 2019
En el congreso Despoblación: un reto polĆtico (y poĆ©tico) celebrado en Sigüenza a finales de noviembre, la revista Salvaje tuiteó las declaraciones del escritor Rafa Navarro durante una de las mesas redondas: Ā«En 200 aƱos con nuestra sabidurĆa vamos a destruir lo que nuestros antepasados mantuvieron durante 10.000 aƱos con su analfabetismo. No hay que volver a vivir, trabajando de sol a sol, como nuestros abuelos, pero sĆ a vivir y sentir como ellosĀ».
QuizÔ en eso consista la nueva ruralidad: repensar el campo desde el siglo XXI con la emoción y coherencia de nuestros abuelos.
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Ahora bien, en una España que, durante décadas, ha sido el edén del turismo masificado de sol y playa y donde gran parte del territorio se encuentra polarizado entre núcleos urbanos hiperpoblados y grandes espacios rurales deshabitados, la pregunta que surge es: ¿puede el turismo ayudar a hacer frente al problema de la despoblación rural?
La nueva ruralidad apuesta por el sĆ, pero redefiniendo por completo el producto turĆstico.
LA NUEVA RURALIDAD
Es un hecho: la EspaƱa vacĆa ya no aguanta mĆ”s. Por no aguantar, no aguanta ni el adjetivo: de vacĆa a vaciada. Ese fue el cambio de lema de la manifestación que el 31 de marzo de 2019 reunió en Madrid a miles de defensores del rural espaƱol convocados por Soria Ā”Ya! y la reciĆ©n entrada al Congreso Teruel Existe. Pero esa manifestación solo fue la parte visible de un temblor que estĆ” sacudiendo muchos cimientos y que se puede resumir en un concepto: nueva ruralidad, la bĆŗsqueda de la identidad rural del siglo XXI.
Virginia Mendoza, en su necesario QuiĆ©n te cerrarĆ” los ojos,Ā de Libros del K.O., escribió: Ā«Asfalto y tierra compiten por la verdad. Cada uno tiene la suya y es preciso separarlas para mantener el decoroĀ». Ese decoro es una de las empalizadas que la nueva ruralidad se ha llevado por delante en los Ćŗltimos meses. Antes, el rural ejercĆa un rol sumiso, ahora abarrota el paseo de la Castellana de Madrid, entra en el Congreso de los Diputados y crea su propio G20 multiplicĆ”ndolo por cinco: el G100.
El G100 es un conjunto de 50 hombres y 50 mujeres de toda EspaƱa que participan en el proyecto Terris, Territorios e Innovación Social, llevado a cabo por El Hueco, la primera iniciativa de coworking para el fomento de emprendimientos de la ciudad de Soria. SegĆŗn explicaba el director de El Hueco, JoaquĆn Alcalde, para eldiario.es, Terris es Ā«un proceso de cocreación de una identidad rural, basado en la gestión de la inteligencia colectiva, con el que pretendemos alumbrar las lĆneas estratĆ©gicas de cómo ha de evolucionar la relación del ser humano con el medio rural y buscar soluciones innovadoras y sostenibles a los principales problemas que atenazan a las zonas ruralesĀ».
Aparte del proyecto Terris, El Hueco tambiĆ©n es el responsable de Presura, la Feria Nacional para la Repoblación de la EspaƱa Rural, celebrada en Soria y cuya tercera edición tuvo lugar el pasado noviembre. Con el objetivo de servir como muestrario y punto de encuentro para los emprendedores rurales, los tres dĆas que duró Presura sirvieron para reunir propuestas de todos los Ć”mbitos: comunicación, tecnologĆa, transporte, energĆa, educación, salud, vivienda, economĆa⦠Y, por supuesto, turismo.
Siguiendo la lĆnea del prototipo diseƱado por el G100 para el Ć”mbito turĆstico, el concepto de turismo que se vio en Presura tenĆa una clave maestra: la comunidad local como protagonista de la gestión y comunicación de su propio patrimonio. En este nuevo modelo, el producto turĆstico no tiene que ser para los turistas, sino para la comunidad local, donde el viajero participa como invitado. Esta es, precisamente, una de las claves del proyecto que ganó en Presura el Premio a la mejor emprendedora rural en zonas escasamente pobladas. Su nombre es vanwoow, y aglutina bajo la misma idea varios conceptos que definen al turista del siglo XXI.
VANWOOW, TURISMO ITINERANTE Y COLABORATIVO CONTRA LA DESPOBLACIĆN RURAL
«Un viaje para rescatar 5.600 micropueblos del olvido». Ese es el eslogan de la campaña de Goteo que estÔn llevando a cabo Auxi Piñero, Ana Galindo y Manuel y Javier Guisado, los cuatro integrantes del equipo de trabajo de vanwoow, la primera plataforma colaborativa de turismo responsable contra la despoblación rural.
Como explica PiƱero, la idea surgió en 2017 Ā«en un viaje en autocaravana por Teruel. Era temporada alta y nos encontramos que todos los lugares que visitĆ”bamos estaban vacĆos. Esto chocaba con algo que suele suceder en el colectivo de autocaravanas, que se queja de que en temporada alta no nos acogen, no hay sitio para colocarseĀ». SegĆŗn comenta PiƱero, durante su viaje descubrieron que en muchos de los pueblos que visitaban habĆa numerosas actividades totalmente desconocidas y con un gran potencial turĆstico.
Tras un perĆodo de incubación de la idea y un viaje de 5 meses por EspaƱa para comprobar en primera persona la viabilidad de su proyecto, vanwoow nació en forma de cooperativa integral dirigida al colectivo de turismo itinerante. Ā«El sistema de cooperativa integral aglutina, a su vez, tres tipos de cooperativas āexplica PiƱeroā: cooperativa de trabajo, formada por nosotros cuatro; cooperativa de socios usuarios, formada por los viajeros en autocaravana; y cooperativa de socios colaboradores, formada por los habitantes de pueblos que ofrecen experienciasĀ».
La aparición de vanwoow no es azarosa. En EspaƱa, el turismo camperizado ha crecido de forma exponencial en los Ćŗltimos aƱos, alcanzando cifras pico de alquileres y matriculaciones durante el verano de 2019. El Ć©xito ha sido tan grande que provocó un efecto llamada para Camplify, la empresa lĆder de alquileres de vehĆculos camperizados en Australia y Reino Unido, la cual comenzó a operar en EspaƱa desde el pasado octubre.
En el proyecto de vanwoow, la parte experiencial āotro tĆ©rmino definitorio del turismo actualā es la clave a travĆ©s de la cual se quiere atacar de forma directa al problema de la despoblación. Siguiendo su objetivo de crear una comunidad colaborativa que conecte micropueblos y autocaravanistas, la aplicación busca visibilizar lugares en los que vivir experiencias y pernoctas Ćŗnicas y segurasĀ en el mundo rural. Como explica Manu Guisado, Ā«en cada lugar habrĆ” ligado un espacio de pernocta y se colgaran todas la actividades y eventos que el pueblo quiera que dinamicemosĀ».
Dentro de su proyecto, los cuatro integrantes del grupo de trabajo de vanwoow tienen también en cuenta otra de las limitaciones que existen en España frente al reciente bum del turismo itinerante: la escasez de instalaciones para autocaravanas. «Hemos llegado ya a acuerdos con veintitrés poblaciones para que adecuen su espacio, algunas de ellas lo estÔn gestionando a través de la solicitud de subvenciones», explica Guisado.
De esta forma se consigue un objetivo fundamental para vanwoow, que «la zona de pernocta esté en el pueblo, para integrarse y tener la experiencia dentro del mismo. No queremos que la zona de autocaravanas sea un Ôrea de servicio, sino un espacio mÔs del pueblo que sirva de residencia para visitantes itinerantes, facilitando asà un turismo de tipo mÔs inclusivo».
Estos acuerdos con las poblaciones forman parte de lo que ellos llaman la «fase de asesoramiento estratégico», a través de la cual se reúnen con habitantes e instituciones para conocer sus impresiones y capacidades y, en el caso de necesitarlo, llevar a cabo distintos talleres como empoderamiento digital o copywriting.
En cuanto al tema económico, Guisado explica que vanwoow es un proyecto «sin Ônimo de lucro, un lugar de encuentro para socializar con otros viajeros, de unión entre productores locales que tengan un problema común en diferentes provincias y un espacio de toma de decisiones dentro de la plataforma». Respecto a esto último, Guisado añade que con «los excedentes, cuando los haya, se destinarÔn a sufragar un proyecto social o ambiental que haya en un micropueblo, el cual se someterÔ a votación por parte de la comunidad».
El turista del siglo XXI, camperizado, conectado a mil redes sociales y hastiado del estrĆ©s urbano, parece ser un perfil ideal para ocupar un hueco y generar una nueva fuente de riqueza āeconómica y socialā en la EspaƱa despoblada. Sin embargo, como recalcaba Guisado en un momento de la entrevista, la realidad del problema rural abarca muchos mĆ”s aspectos como Ā«la conexión a internet, la permanencia de servicios bĆ”sicos como tienda, supermercado, farmacia, escuela⦠y, sobre todo, la motivación de los habitantes y gobernante por no dejar morir su puebloĀ».
El mundo rural ya no es solo agrĆcola, ganadero o forestal tradicional, es un espacio en el que han surgido numerosas iniciativas de carĆ”cter cultural, educativo, sociosanitario o energĆ©tico y, por tanto, el abordaje debe ser multidisciplinar. Que el turismo del siglo XXI haga crecer las economĆas y el poblamiento rural dependerĆ” de que estos lugares actualicen sus espacios y proyectos a los requerimientos de las nuevas tendencias ācomo los espacios de pernocta de vanwoowā de que se genere una unión en red entre ellos y, sobre todo, de que se deje de mirar al mundo rural como el lugar polvoriento y retrasado que comienza donde acaba el asfalto.
Rafa Navarro: Ā«En 200 aƱos con nuestra sabidurĆa vamos a destruir lo que nuestros antepasados mantuvieron durante 10.000 aƱos con su analfabetismo. No hay que volver a vivir, trabajando de sol a sol, como nuestros abuelos, pero sĆ a vivir y sentir como ellosĀ».
ā Salvaje (@revista_salvaje) November 27, 2019
En el congreso Despoblación: un reto polĆtico (y poĆ©tico) celebrado en Sigüenza a finales de noviembre, la revista Salvaje tuiteó las declaraciones del escritor Rafa Navarro durante una de las mesas redondas: Ā«En 200 aƱos con nuestra sabidurĆa vamos a destruir lo que nuestros antepasados mantuvieron durante 10.000 aƱos con su analfabetismo. No hay que volver a vivir, trabajando de sol a sol, como nuestros abuelos, pero sĆ a vivir y sentir como ellosĀ».
QuizÔ en eso consista la nueva ruralidad: repensar el campo desde el siglo XXI con la emoción y coherencia de nuestros abuelos.
No, y ademas puede hodeerlo, no por masificacion solo sino pqe hay jueces que piden a favor de denucnias de hoteles
que se cierren gallineros en ls pueblos para ls juerguistas de la ciudad qe van a hacer lo mismo al campo
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