Los hacen en forma de vĂtores, anagramas que en el siglo XIV se comenzaron a pintar en las paredes de edificios universitarios de la ciudad para homenajear a quien acababa de conseguir el tĂtulo de doctor. Todos ellos jugaban con las letras de la palabra VICTOR («victorioso», «ganador», en latĂn), en color rojo y dispuestas en el orden elegido por el pintor.
A diferencia de aquellos, estos vĂtores contemporĂ¡neos, aunque conservan la tipografĂa clĂ¡sica, solo cuentan con la letra ‘V’ y no estĂ¡n dedicadas a una sola persona, sino a colectivos enteros, aquellos formados por personas que se parten el pecho cada dĂa para salir adelante o luchar por sus derechos.
«En una sociedad donde prima la picaresca, el dinero fĂ¡cil o la corrupciĂ³n, la gran mayorĂa de personas anĂ³nimas se levanta cada dĂa para ir a trabajar por un salario con el que muchos no podrĂan ni vivir (…). Toda esa masa social que forma una comunidad, que no aparece en televisiĂ³n ni nunca recibirĂ¡ un premio, pero sin la que nada existirĂa. A todos ellos estĂ¡ dedicado este proyecto, que pretende dar valor a esos pequeños actos no valoradas que mantienen el mundo».
Fue el artista DosJotas al que se le ocurriĂ³ la idea. Con ella acudiĂ³ a la AsociaciĂ³n Vecinal ZOES donde contĂ³ con la aprobaciĂ³n de sus miembros. «Se trata de un proyecto colaborativo para homenajear a la gente normal que con su sudor, sacrificio y solidaridad salen adelante de forma silenciosa».
Los textos que aparecerĂ¡n impresos en muros y mobiliario urbano del barrio han sido consensuados por los propios vecinos. «Por encargo de LGTB Colectivo Iguales de Salamanca, y con motivo de la celebraciĂ³n del Orgullo Charro, incluimos el siguiente:
Los vĂtores se emplazan en distintos puntos del barrio de tres formas distintas: de forma tradicional, pintados a mano sobre diferentes paredes; por medio de placas, pegadas en edificios a modo de placas conmemorativas; o con vinilo adhesivo en superficies lisas, como cierres lisos o cristaleras.
Los hacen en forma de vĂtores, anagramas que en el siglo XIV se comenzaron a pintar en las paredes de edificios universitarios de la ciudad para homenajear a quien acababa de conseguir el tĂtulo de doctor. Todos ellos jugaban con las letras de la palabra VICTOR («victorioso», «ganador», en latĂn), en color rojo y dispuestas en el orden elegido por el pintor.
A diferencia de aquellos, estos vĂtores contemporĂ¡neos, aunque conservan la tipografĂa clĂ¡sica, solo cuentan con la letra ‘V’ y no estĂ¡n dedicadas a una sola persona, sino a colectivos enteros, aquellos formados por personas que se parten el pecho cada dĂa para salir adelante o luchar por sus derechos.
«En una sociedad donde prima la picaresca, el dinero fĂ¡cil o la corrupciĂ³n, la gran mayorĂa de personas anĂ³nimas se levanta cada dĂa para ir a trabajar por un salario con el que muchos no podrĂan ni vivir (…). Toda esa masa social que forma una comunidad, que no aparece en televisiĂ³n ni nunca recibirĂ¡ un premio, pero sin la que nada existirĂa. A todos ellos estĂ¡ dedicado este proyecto, que pretende dar valor a esos pequeños actos no valoradas que mantienen el mundo».
Fue el artista DosJotas al que se le ocurriĂ³ la idea. Con ella acudiĂ³ a la AsociaciĂ³n Vecinal ZOES donde contĂ³ con la aprobaciĂ³n de sus miembros. «Se trata de un proyecto colaborativo para homenajear a la gente normal que con su sudor, sacrificio y solidaridad salen adelante de forma silenciosa».
Los textos que aparecerĂ¡n impresos en muros y mobiliario urbano del barrio han sido consensuados por los propios vecinos. «Por encargo de LGTB Colectivo Iguales de Salamanca, y con motivo de la celebraciĂ³n del Orgullo Charro, incluimos el siguiente:
Los vĂtores se emplazan en distintos puntos del barrio de tres formas distintas: de forma tradicional, pintados a mano sobre diferentes paredes; por medio de placas, pegadas en edificios a modo de placas conmemorativas; o con vinilo adhesivo en superficies lisas, como cierres lisos o cristaleras.