Se acercaba la hora de la pausa para el cafĆ©, pero habĆa tanta gente en el banco esa maƱana que le resultaba imposible cerrar la ventanilla desde donde atendĆa a los usuarios. La cola se alargaba ya mĆ”s de lo deseable y sabĆa que si dejaba su puesto entonces, el pĆŗblico se le echarĆa encima.
Miró hacia sus compaƱeros de las mesas por si alguno pudiera venir a sustituirle, pero tambiĆ©n estaban ocupados en atender a los numerosos clientes que habĆan decidido que ese, y solo ese, era el dĆa para solucionar sus asuntos económicos. Y ya no es que sintiera hambre, que tambiĆ©n. Es que hacĆa un rato que la vejiga habĆa llegado al tope de su capacidad y le enviaba constantemente mensajes de aviso para vaciarla.
Cuando una tĆmida gota de orina empezó a manchar sus calzoncillos decidió que habĆa llegado el momento de enfrentarse a la masa y colgar el cartelito de Ā«Vuelvo en 5 minutosĀ». Los clientes, al ver que el empleado de la ventanilla se iba sin mĆ”s, empezaron a protestar enĆ©rgicamente. Pero entonces ocurrió algo inesperado.
Al tiempo que aquel empleado de banca colgaba el cartel y cerraba la ventanilla, desapareció como por arte de magia. No es que le vieran alejarse o se hubiera escondido en el lavabo. Es que se volatilizó. Desapareció. Se esfumó. Ya no estaba.
āĀ”Pero, hombre, a quiĆ©n se le ocurreā¦! ācomentó desde el final de la fila una mujer que tenĆa fama de espiritistaā. ĀæEs que nadie le avisó de que si conjuras al tiempo avisando de que vuelves Ā«en cinco minutosĀ» caes arrastrado a un agujero negro espaciotemporal del que ya no puedes salir? Ā”Con la prisa que tengo hoy y me voy a tener que marchar sin hacer lo mĆo!
Dicen los esotéricos que siguen intentando devolver al mÔs acÔ al pobre empleado de banca, pero mientras lo consiguen, la historia da pie a explicar un uso incorrecto que hacemos de la preposición en y que mÔs de uno no va a creer.
Según la GramÔtica de la RAE, esta preposición «manifiesta ubicación, bien espacial (en el cajón, en Venezuela), bien temporal (en verano, en 1983). Indica, asimismo, el término de un movimiento o un proceso (Entró en el salón; Se convirtió en un monstruo); lapsos de tiempo, en equivalencia con a lo largo de (lo logrado en un año), y el tiempo que se tarda en alcanzar algo (En doce horas lo termino)».
Lo que no recomienda es el uso de en sustituyendo a dentro de, despuĆ©s de o al cabo de, que serĆa lo suyo en ese cartelito que tantas veces vemos colgado en ventanillas o en televisión para advertirnos de que llega un buen rato de publicidad. ĀæY por quĆ©? Pues eso mismo me he preguntado yo, y esta es la respuesta que me han dado desde la Academia:
Ā«Tal como se explica en elĀ Diccionario panhispĆ”nico de dudasĀ (RAE y ASALE, 2010;Ā s/vĀ dentro, 4), el uso de la preposiciónĀ enĀ para introducir el lapso de tiempo que falta para que algo suceda ha sido tomado del inglĆ©s (in), por lo que se desaconseja pese a su extensión. En su lugar, se emplea en espaƱol la locuciónĀ dentro de: Vuelvo dentro de cinco minutosĀ».Ā
Ā«En nuestro idioma, un lapso de tiempo introducido por la preposiciónĀ enĀ puede interpretarse como el tiempo que se tarda en realizar una acción o en que se produzca un evento o en llegar a un determinado estado:Ā La leche se calienta en cinco minutosĀ (= ‘la leche tarda cinco minutos en calentarse’). ObsĆ©rvese el contraste entre esta Ćŗltima frase y la que citamos a continuación:Ā PondrĆ© a calentar la leche dentro de cinco minutosĀ (= ‘faltan cinco minutos para que ponga la leche a calentar’)Ā».
Por tanto, en lugar de Ā«*vuelvo en cinco minutosĀ», lo suyo habrĆa sido Ā«dentro de/al cabo de/despuĆ©s de cinco minutosĀ», porque una cosa es expresar el tiempo que te lleva realizar una acción (TardarĆ© cinco minutos en volver) y otra, el que trascurre hasta que se inicia o se lleva a cabo.
Mi sexto sentido me dice que lo primero que se te ha pasado por la cabeza es Ā«Y un mojón para la RAEĀ», que es una manera espontĆ”nea, sĆ, pero algo grosera de expresar tu incredulidad y tu rebeldĆa. Pero, tranquilo, aplaca tu ira y vuelve al lado de lo polĆticamente correcto. No estĆ”s solo, somos muchos los que formamos parte de la Resistencia. No incluirĆ”n *cocreta en el Diccionario, estĆ” bien, pero a ver cuĆ”nto resisten diciĆ©ndonos que no podemos volver en cinco minutos o los que sea menester.
La leche se calienta en cinco minutos = La leche tarda cinco minutos en calentarse.
Vuelvo en cinco minutos = Tardo cinco minutos en volver.
Yo creo que son demasiado puristas. Por mucho que se empeƱen en que el uso no es adecuado, si la gente lo usa y se entiende, se acabarĆ” imponiendo. Y si de hecho, como ellos mismos dicen su uso se estĆ” extendiendo, entonces no podrĆ”n pararlo. La lengua es algo vivo, y de la misma manera que viejas lenguas influyeron en el idioma y en la creación de palabras… ĀæquiĆ©n es el ingenuo que piensa que en un entorno global como el actual no va a ocurrir lo mismo a una velocidad mayor? Sólo los ingenuos y los romĆ”nticos amantes de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. O lo que traducido a cristiano serĆa sólo los ignorantes y los nacionalistas conservadores. Dado que doy por hecho que la RAE no es una institución ignorante, entonces, sólo me queda pensar que es una institución viejuna donde van a parar dinosaurios de la lengua que se anclan en normas que creen hierĆ”ticas y que se empeƱan en mantener asĆ.
La lengua es viva, pero sigue reglas. No a la anarquĆa. Y gracias, RAE, por desasnarme. CorregirĆ© mi forma de expresarme.
“Vuelvo en cinco minutos” = “Vuelvo en un intervalo de cinco minutos” Expresión correcta…
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