Hubo un tiempo en que los mapas -también- eran sueños. Eran el código que descubrían un mundo desconocido. Fantástico, incluso. Y, a menudo, contenían una belleza tal que acababan presidiendo una habitación, allá, desde el marco que los situaba en el palco de la estancia.
El turismo bastardizó, en cierto modo, parte de la cartografía. La convirtió en un producto estrictamente funcional, de consumo rápido, sin ninguna pretensión de belleza y despojada de ese halo de misterio que impregnaba los mapas que surgieron del espíritu explorador de los siglos XV, XVI, XVII… Planos donde ya no había dragones de territorios inexplorados y todo era rematadamente previsible.
El pasado es un artilugio muy útil cuando se disecciona y se pone a un lado lo que debe perdurar y, a otro, lo que devuelve a las cavernas. Walk with me retoma la técnica que utilizaron los griegos para construir sus primeros mapas con una cierta intención científica: recoger las historias y experiencias de personas que habían viajado por el mundo para construir el mapa de la Tierra.
Los fundadores de esta compañía, Pablo Baque de Puig (fotógrafo y diseñador gráfico) y Guillermo Trapiello (arquitecto e ilustrador), han buscado historias, rutinas y vivencias de los habitantes de varios barrios de Madrid para construir una guía y un mapa que describa, con alma y diseño exquisito, ese lugar. Han empezado con Malasaña y el Barrio de las Letras. En breve llegará Chueca y después se mapeará La latina y Lavapiés.
“Enviamos encuestas digitales a personas que viven en un barrio. Les preguntamos dónde les gusta comer, un plan de domingo de resaca, un paseo… y con toda la información hacemos la guía”, explica Baque de Puig. “Es una guía de planes que hacer en tiendas, bares, museos, plazas, espacios públicos… Hablamos de actividades ligadas a espacios físicos”.
Los datos se recogen en textos (ordenados con la misma lógica que Rayuela: al gusto), ilustraciones y una serie de pósters, firmados y numerados, creados por un artista que, además, siempre vive en el barrio que dibuja. “Cada póster tiene un estilo diferente. Buscamos a un artista que viva en esa zona para que vuelque parte de su experiencia en la forma de ilustrar el barrio”.
El mapa y el póster de la primera guía, Malasaña, es de Guillermo Trapiello. Karen Maza-Madrazo ha hecho la infografía y los iconos, y María Rufilanchas, los textos.
Quizá, en alguna calle recóndita de Lavapiés, pueda indicarse, todavía, una señal de Here be dragons.

























Hubo un tiempo en que los mapas -también- eran sueños. Eran el código que descubrían un mundo desconocido. Fantástico, incluso. Y, a menudo, contenían una belleza tal que acababan presidiendo una habitación, allá, desde el marco que los situaba en el palco de la estancia.
El turismo bastardizó, en cierto modo, parte de la cartografía. La convirtió en un producto estrictamente funcional, de consumo rápido, sin ninguna pretensión de belleza y despojada de ese halo de misterio que impregnaba los mapas que surgieron del espíritu explorador de los siglos XV, XVI, XVII… Planos donde ya no había dragones de territorios inexplorados y todo era rematadamente previsible.
El pasado es un artilugio muy útil cuando se disecciona y se pone a un lado lo que debe perdurar y, a otro, lo que devuelve a las cavernas. Walk with me retoma la técnica que utilizaron los griegos para construir sus primeros mapas con una cierta intención científica: recoger las historias y experiencias de personas que habían viajado por el mundo para construir el mapa de la Tierra.
Los fundadores de esta compañía, Pablo Baque de Puig (fotógrafo y diseñador gráfico) y Guillermo Trapiello (arquitecto e ilustrador), han buscado historias, rutinas y vivencias de los habitantes de varios barrios de Madrid para construir una guía y un mapa que describa, con alma y diseño exquisito, ese lugar. Han empezado con Malasaña y el Barrio de las Letras. En breve llegará Chueca y después se mapeará La latina y Lavapiés.
“Enviamos encuestas digitales a personas que viven en un barrio. Les preguntamos dónde les gusta comer, un plan de domingo de resaca, un paseo… y con toda la información hacemos la guía”, explica Baque de Puig. “Es una guía de planes que hacer en tiendas, bares, museos, plazas, espacios públicos… Hablamos de actividades ligadas a espacios físicos”.
Los datos se recogen en textos (ordenados con la misma lógica que Rayuela: al gusto), ilustraciones y una serie de pósters, firmados y numerados, creados por un artista que, además, siempre vive en el barrio que dibuja. “Cada póster tiene un estilo diferente. Buscamos a un artista que viva en esa zona para que vuelque parte de su experiencia en la forma de ilustrar el barrio”.
El mapa y el póster de la primera guía, Malasaña, es de Guillermo Trapiello. Karen Maza-Madrazo ha hecho la infografía y los iconos, y María Rufilanchas, los textos.
Quizá, en alguna calle recóndita de Lavapiés, pueda indicarse, todavía, una señal de Here be dragons.

























Gracias por el post. El proyecto es precioso. Enhrabuena!
Está muy chulo aunque creo que es terreno abonado para “hipsters”, ¡cuidado! 😛
este proyecto produce un impulso incontenible de salir corriendo a mi Madrid y entrar por cada una de esas puertas. precioso.
Un trabajo bonito no, lo siguiente!!
Enhorabuena por los dos mapas, son muy hermosos. Conservo con cariño uno que se hizo hace al menos 25 años de todo el centro de Madrid y también algumos de Manhattan con una precisión increible en el dibujo de casas y rascacielos dentro de cada mamzana. Enfin, felicitaros por vuestro trabajo y un saludo, soy Antonio y od escribo desde Donosti.
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