Estamos a principios del siglo XX. Hace tiempo que el barco a vela fue desplazado como principal medio de transporte para viajar entre continentes. La era del vapor ha llegado y ha permitido que los barcos sean cada vez más grandes y cada vez más rápidos. Su crecimiento permite que entre 1900 y 1914 llegasen más de un millón de inmigrantes al año a Estados Unidos provenientes de Europa.
La mayorÃa de estos pasajeros viajan en las partes inferiores de estos buques. Algunos están hacinados y otros realizan el viaje en condiciones más dignas, pero su experiencia está en un universo paralelo si lo comparamos con lo que ocurrÃa en las partes superiores del barco. En los aposentos reservados para la primera clase la experiencia era más cercana a viajar en un palacio que en una nave.
Esto pasaba en parte porque eran muchos más (normalmente entre el 60-70% de los viajeros) y además su frecuencia de viajes transatlánticos estaba menos sujeta a las estaciones, a diferencia de los que se movÃan por placer, que solÃan hacerlo en los meses más cálidos.
La estricta segregación de clases en el barco garantizaba que los ricos apenas se dieran cuenta de la existencia de sus compañeros de viaje menos afortunados alojados en los bajos de la nave. Lo que seguro que no sabÃa el hombre de negocios que iba cada noche a cenar con esmoquin en los numerosos restaurantes del barco, es que si no fuera por los humildes currantes del entresuelo, los barcos nunca hubieran sido sostenibles económicamente.
RMS Olympic (1911-1935)
El RMS Olympic era el hermano mayor del Titanic. Construido por la Cunard Line en los astilleros de Harland and Wolff en Belfast, su salón de estar en primera clase estaba inspirado en el estilo Luis XIV del Palacio de Versalles.
Tras 23 años de servicio, las mejores tecnológicas que hacÃan más rentables los nuevos barcos y los problemas económicos de las navieras acentuados por la resaca de la Gran Depresión acabaron con el RMS Olympic. En 1935 se vendió y se procedió a su desguace. En una de las subastas de los interiores del barco, un avispado hotelero británico se hizo con varias piezas del interior de la nave. Su nombre era Algenon Smart, habÃa cruzado el Atlántico varias veces en este barco y era el dueño del hotel White Swan en Alnwick Reino Unido. Tras la compra instaló muchos de estos elementos en la propiedad. En la foto se puede ver el restaurante de la posada cuyos muros están recubiertos por los paneles de madera del salón principal del barco.
Detalle de una de las salas del White Swan Hotel que proviene del RMS Olympic.
Salón principal. En primera clase viajaban sobre todo aristócratas, ricos, responsables de empresas y famosos. A pesar de que los viajeros en tercera clase hacÃan rentables las lÃneas, Patrick J. Murphy explica que las decisiones de los gestores de las naves estaban orientadas sobre todo a responder a las necesidades de los ricos. Se buscaba mejorar incluso los estándares de servicio de los hoteles de cinco estrellas para un público acostumbrado a este tipo de lujos.
Estamos a principios del siglo XX. Hace tiempo que el barco a vela fue desplazado como principal medio de transporte para viajar entre continentes. La era del vapor ha llegado y ha permitido que los barcos sean cada vez más grandes y cada vez más rápidos. Su crecimiento permite que entre 1900 y 1914 llegasen más de un millón de inmigrantes al año a Estados Unidos provenientes de Europa.
La mayorÃa de estos pasajeros viajan en las partes inferiores de estos buques. Algunos están hacinados y otros realizan el viaje en condiciones más dignas, pero su experiencia está en un universo paralelo si lo comparamos con lo que ocurrÃa en las partes superiores del barco. En los aposentos reservados para la primera clase la experiencia era más cercana a viajar en un palacio que en una nave.
Esto pasaba en parte porque eran muchos más (normalmente entre el 60-70% de los viajeros) y además su frecuencia de viajes transatlánticos estaba menos sujeta a las estaciones, a diferencia de los que se movÃan por placer, que solÃan hacerlo en los meses más cálidos.
La estricta segregación de clases en el barco garantizaba que los ricos apenas se dieran cuenta de la existencia de sus compañeros de viaje menos afortunados alojados en los bajos de la nave. Lo que seguro que no sabÃa el hombre de negocios que iba cada noche a cenar con esmoquin en los numerosos restaurantes del barco, es que si no fuera por los humildes currantes del entresuelo, los barcos nunca hubieran sido sostenibles económicamente.
RMS Olympic (1911-1935)
El RMS Olympic era el hermano mayor del Titanic. Construido por la Cunard Line en los astilleros de Harland and Wolff en Belfast, su salón de estar en primera clase estaba inspirado en el estilo Luis XIV del Palacio de Versalles.
Tras 23 años de servicio, las mejores tecnológicas que hacÃan más rentables los nuevos barcos y los problemas económicos de las navieras acentuados por la resaca de la Gran Depresión acabaron con el RMS Olympic. En 1935 se vendió y se procedió a su desguace. En una de las subastas de los interiores del barco, un avispado hotelero británico se hizo con varias piezas del interior de la nave. Su nombre era Algenon Smart, habÃa cruzado el Atlántico varias veces en este barco y era el dueño del hotel White Swan en Alnwick Reino Unido. Tras la compra instaló muchos de estos elementos en la propiedad. En la foto se puede ver el restaurante de la posada cuyos muros están recubiertos por los paneles de madera del salón principal del barco.
Detalle de una de las salas del White Swan Hotel que proviene del RMS Olympic.
Salón principal. En primera clase viajaban sobre todo aristócratas, ricos, responsables de empresas y famosos. A pesar de que los viajeros en tercera clase hacÃan rentables las lÃneas, Patrick J. Murphy explica que las decisiones de los gestores de las naves estaban orientadas sobre todo a responder a las necesidades de los ricos. Se buscaba mejorar incluso los estándares de servicio de los hoteles de cinco estrellas para un público acostumbrado a este tipo de lujos.
Muy interesante articulo sobre las caracteristicas diseños y costumbres de una epoca en que se fabricaban excelentes embarcaciones que transpotaban miles de inmigrantes a america .Que belleza de ambientes , de muebles , de piscinas ,de comedores , que lujo sobrio, que lineas clasicas de refinada belleza que estupendo trabajo que sentido de la estetica.
Muy interesante articulo sobre las caracteristicas diseños y costumbres de una epoca en que se fabricaban excelentes embarcaciones que transpotaban miles de inmigrantes a america .Que belleza de ambientes , de muebles , de piscinas ,de comedores , que lujo sobrio, que lineas clasicas de refinada belleza que estupendo trabajo que sentido de la estetica.
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