Tuvo que venir una pandemia mundial para recordárnoslo. Lo de que Ãbamos a salir mejores que cada uno lo valore en su justa medida; pero que la normalidad siempre fue extraordinaria no lo niega prácticamente nadie. Que sÃ, que negacionistas de casi todo haberlos haylos, pero he aquà una verdad como un templo hasta para los menos lúcidos del lugar.
Pero antes de materializar esta colección de placas laudatorias, todo comenzó con la efigie del tenista Rafa Nadal. Mejor dicho: con su tÃo y exentrenador Toni Nadal. «La conceptualización surge de ver decenas de charlas suyas hablando de la resiliencia del deportista», apunta Carlos Yuste.
La resiliencia como punto de partida. Total, que gracias a esta iniciativa relucen algunos nombres propios bastante insólitos: «Aquà vivió de 2015 a 2018 la dependienta Pepa Rojo. No faltó ni un dÃa a su trabajo en la Casa de las Carcasas»; «En esta casa vivió de 1982 a 2001 Antonio Castillo. Nunca dejó a los colmados de Aluche sin Gublins ni Grefusitos»; o «En esta casa vivió de 1970 a 2000 el comercial de Jarmauto David Bellido. El 2º mejor vendedor del concesionario Skoda de Ajalvir».
LA POSTERIDAD, A LA VUELTA DE LA ESQUINA
«¡Pues ha tenido mejor aceptación de lo que creÃa!», exclama el creativo. «Lo presentaba como mi proyecto más normal y corriente, como el auxiliar administrativo de mis trabajos, como el revisor de metro del street art, el celador de ambulatorio del arte conceptual… Es decir, como uno más. Y, sin embargo, ¡ha sorprendido mucho!», concluye Carlos Yuste con humor y gratitud.
Todo un canto a la normalidad, que siempre fue extraordinaria.
Tuvo que venir una pandemia mundial para recordárnoslo. Lo de que Ãbamos a salir mejores que cada uno lo valore en su justa medida; pero que la normalidad siempre fue extraordinaria no lo niega prácticamente nadie. Que sÃ, que negacionistas de casi todo haberlos haylos, pero he aquà una verdad como un templo hasta para los menos lúcidos del lugar.
Pero antes de materializar esta colección de placas laudatorias, todo comenzó con la efigie del tenista Rafa Nadal. Mejor dicho: con su tÃo y exentrenador Toni Nadal. «La conceptualización surge de ver decenas de charlas suyas hablando de la resiliencia del deportista», apunta Carlos Yuste.
La resiliencia como punto de partida. Total, que gracias a esta iniciativa relucen algunos nombres propios bastante insólitos: «Aquà vivió de 2015 a 2018 la dependienta Pepa Rojo. No faltó ni un dÃa a su trabajo en la Casa de las Carcasas»; «En esta casa vivió de 1982 a 2001 Antonio Castillo. Nunca dejó a los colmados de Aluche sin Gublins ni Grefusitos»; o «En esta casa vivió de 1970 a 2000 el comercial de Jarmauto David Bellido. El 2º mejor vendedor del concesionario Skoda de Ajalvir».
LA POSTERIDAD, A LA VUELTA DE LA ESQUINA
«¡Pues ha tenido mejor aceptación de lo que creÃa!», exclama el creativo. «Lo presentaba como mi proyecto más normal y corriente, como el auxiliar administrativo de mis trabajos, como el revisor de metro del street art, el celador de ambulatorio del arte conceptual… Es decir, como uno más. Y, sin embargo, ¡ha sorprendido mucho!», concluye Carlos Yuste con humor y gratitud.
Todo un canto a la normalidad, que siempre fue extraordinaria.
What makes “Normal: Ese Poder Extraordinario” extraordinary and worth exploring? Tel U
Comentarios cerrados.