12 de abril 2021    /   CREATIVIDAD
por
 

Proyecto Diccionario: un glosario de palabras que «conmueven y remueven»

12 de abril 2021    /   CREATIVIDAD     por          
Compártelo twitter facebook whatsapp
thumb image

¿Qué hace que una palabra sea bella? ¿Existe un canon de belleza léxica? Cuando se lo preguntamos a Paz González para conocer un poco más sobre el funcionamiento de su Proyecto Diccionario, nos remite a una frase del filósofo Byung-Chul Han: «Lo bello no es el resplandor o la atracción fugaz, sino una persistencia, una fosforescencia de las cosas».

Y luego puntualiza: «Creo que la belleza tiene que ver con la luz. Ese  resplandor que sigue iluminando dentro, después de haber leído una definición, es lo que me hace considerar a una palabra bella».

La arquitecta chilena califica de «orgánico» el proceso de selección para su Proyecto Diccionario: «Elijo una palabra cuando una definición me conmueve y remueve. En la medida en la que van apareciendo en mi vida las voy publicando».

Cree que los vínculos que establecemos con el lenguaje son muy personales y rechaza la idea de que, en general, nuestra relación con las palabras sea de usar y tirar.

En su caso: «Intento que las palabras que salen de mi boca sean congruentes con mi interior. Las elijo con cuidado y les tengo mucho amor y respeto, porque han logrado enfocar sensaciones confusas e inquietantes. A veces, una sola palabra consigue darle claridad a mi mente y a mi corazón».

¿Qué hace que una palabra sea bella? ¿Existe un canon de belleza léxica? Cuando se lo preguntamos a Paz González para conocer un poco más sobre el funcionamiento de su Proyecto Diccionario, nos remite a una frase del filósofo Byung-Chul Han: «Lo bello no es el resplandor o la atracción fugaz, sino una persistencia, una fosforescencia de las cosas».

Y luego puntualiza: «Creo que la belleza tiene que ver con la luz. Ese  resplandor que sigue iluminando dentro, después de haber leído una definición, es lo que me hace considerar a una palabra bella».

La arquitecta chilena califica de «orgánico» el proceso de selección para su Proyecto Diccionario: «Elijo una palabra cuando una definición me conmueve y remueve. En la medida en la que van apareciendo en mi vida las voy publicando».

Cree que los vínculos que establecemos con el lenguaje son muy personales y rechaza la idea de que, en general, nuestra relación con las palabras sea de usar y tirar.

En su caso: «Intento que las palabras que salen de mi boca sean congruentes con mi interior. Las elijo con cuidado y les tengo mucho amor y respeto, porque han logrado enfocar sensaciones confusas e inquietantes. A veces, una sola palabra consigue darle claridad a mi mente y a mi corazón».

Compártelo twitter facebook whatsapp
La fuga de los maniquíes de Levi´s
Un libro que tiene viento en lugar de palabras
Seat | Donde se ponga una abuela…
El antipapa que alejó la ciencia de Dios para acercarla al arte
 
Especiales
 
facebook twitter whatsapp