No es nostalgia, es un desengaño vital el que nos hace plantearnos esos cambios que nos asustan más de lo que nos cuesta realizarlos. Tenemos la sensación de que nos obligan a viajar en avión cuando lo que queremos es hacerlo, como mucho, en tren, aunque lo que nos gustarÃa es ir en bicicleta o andando. Lochmann dice que «Somos cada vez más, a lo largo de nuestras vidas modernas, los que cambiamos de manera radical de trayectoria. Muy a menudo es para entrar en un oficio artesanal». Que se lo digan a esas personas que se han ido a pueblos sin apenas vecinos a hacer quesos, mermeladas y miel.
Cada herramienta ofrece la oportunidad de explotar la madera bajo una perspectiva diferente: la mordaza permite poner a prueba la flexibilidad de una tabla; el formón deja percibir la estructura fibrosa de la madera; la lijadora permite notar la diferencia entre la madera al hilo y la madera a contrahilo, todas las cosas a las cuales una mano desnuda no tiene acceso.
La madera, además de sagrada y noble, es un material inagotable de muchas propiedades y oloroso. Un material vivo, resultado de un proceso natural y del cual no se puede obtener lo mejor más que a condición de entenderlo bien, escribe Lochmann.
No es nostalgia, es un desengaño vital el que nos hace plantearnos esos cambios que nos asustan más de lo que nos cuesta realizarlos. Tenemos la sensación de que nos obligan a viajar en avión cuando lo que queremos es hacerlo, como mucho, en tren, aunque lo que nos gustarÃa es ir en bicicleta o andando. Lochmann dice que «Somos cada vez más, a lo largo de nuestras vidas modernas, los que cambiamos de manera radical de trayectoria. Muy a menudo es para entrar en un oficio artesanal». Que se lo digan a esas personas que se han ido a pueblos sin apenas vecinos a hacer quesos, mermeladas y miel.
Cada herramienta ofrece la oportunidad de explotar la madera bajo una perspectiva diferente: la mordaza permite poner a prueba la flexibilidad de una tabla; el formón deja percibir la estructura fibrosa de la madera; la lijadora permite notar la diferencia entre la madera al hilo y la madera a contrahilo, todas las cosas a las cuales una mano desnuda no tiene acceso.
La madera, además de sagrada y noble, es un material inagotable de muchas propiedades y oloroso. Un material vivo, resultado de un proceso natural y del cual no se puede obtener lo mejor más que a condición de entenderlo bien, escribe Lochmann.