Para teorÃa de la conspiración, la de este libro. El periodista y escritor Noel Ceballos estaba preparando un ensayo sobre el pensamiento conspiranoico. Se estaba documentando sobre unas ideas que flotaban en los márgenes de la sociedad, pero que empezaban a tener cada vez más peso.
Era diciembre de 2019 y el mundo estaba a punto de cambiar. A medida que escribÃa, los acontecimientos se agolpaban en el televisor. Un virus nos encerró en casa y la gente se volvió loca. Algunos empezaron a pegarse monedas en la piel, otros salieron a la calle a quemar nieve y los más envalentonados asaltaron el Capitolio. El pensamiento conspiranoico pasó de los tuits a los titulares.
Ceballos asegura que todos estos acontecimientos han sido casuales y que no corresponden a un plan orquestado para vender más ejemplares de El pensamiento conspiranoico, su último libro. De hecho, lamenta, la realidad hizo que cambiara su idea de hacer un compendio cronológico de estas teorÃas y que decidiera saltar del pasado al presente. Del terraplanismo, a los illuminati, de Franco al Pizzagate, de Bill Gates a la Revolución Francesa.
Tendemos a pensar que las teorÃas de la conspiración son cosa del presente, pero en tu libro haces un compendio histórico citando varios libros que podrÃan considerarse algo asà como las Biblias de la conspiranoia
Más bien una gran biblioteca. Antes de que existiese internet ya habÃa memes, habÃa mensajes que se hacÃan virales. Los protocolos de los sabios de Sión [libelo antisemita publicado en 1902 para justificar la persecución de los judÃos en la Rusia zarista] fue viajando de paÃs en paÃs. En cada lugar donde se publicaba, se le añadÃan una serie de particularidades o modificaciones locales. Esta es una de las principales caracterÃsticas de un meme, que va alterando su composición para adaptarse al contexto.
Exacto. Y aún más, un vÃdeo. Ahora mismo YouTube es una de las grandes plataformas de difusión del pensamiento conspiranoico. El hecho de que este se transmita por la red tiene otras consecuencias. Por ejemplo, lo hace más cacofónico.
En el pensamiento conspiranoico no hay un relato hegemónico, una cosmovisión hegemónica. Ahora circulan teorÃas de la conspiración que, en el fondo, son diferentes formas de interpretar el mundo.
La forma es distinta, pero el fondo no tanto. ¿Cómo ha llegado, por ejemplo, Los protocolos de los sabios de Sión, hasta nuestros dÃas? ¿Cómo se ha ido transformando ese meme hasta llegar al pensamiento conspiranoico actual?
Esta idea es la misma que propagaban antiguos libelos y rumores conspiracionistas que se le achacaba a la comunidad judÃa a principios del siglo XX. Y que acabó desembocando, como todos sabemos, en el horror del Holocausto. Ahora ya nadie es antisemita de una forma explÃcita y evidente. Pero hay muchÃsimas corrientes conspiranoicas que siguen teniendo ese antisemitismo inherente, posiblemente invisible incluso a sus propios ojos. Han creado un personaje de ficción que es este George Soros que describen en libros y que no tiene nada que ver con el original, es más parecido a supervillanos o genios del mal.
Las conspiraciones se nutren de la ficción y las ficciones se nutren de la conspiración. Están siempre dialogando entre ellas
En la última pelÃcula de James Bond, que trata precisamente sobre Spectra, vemos una reunión de este grupo de malvados y su puesta en escena está hecha a imagen y semejanza de los rumores que escuchamos sobre cómo es el Club Bilderberg o los illuminati. Es como este dibujo de Escher en el que una mano dibuja la otra. Las conspiraciones se nutren de la ficción y las ficciones se nutren de la conspiración. Están siempre dialogando entre ellas.
Gates predijo muchas cosas, pero nadie ha sabido ver el futuro como Los Simpson…
Y por eso hay una teorÃa de la conspiración sobre cómo adivinan el futuro, pero nadie se la toma demasiado en serio. Yo creo que sus creadores tienen tanta lucidez que muchas veces aciertan. Y la experiencia humana completa, o al menos toda la experiencia de la modernidad, está contenida en Los Simpson.
En siglos pasados, la gente tenÃa un referente común que era Shakespeare. Y en las obras de Shakespeare estaba contenida toda la experiencia humana. Y cuando ponÃan un ejemplo de ficción para explicar algo que estaba ocurriendo en la vida real, recurrÃan a sus libros porque ahà estaba todo. Pues ahora ese esperanto cultural lo han colonizado Los Simpson. Por eso nos sirve para explicar de manera muy sencilla acontecimientos que suceden en nuestras vidas. Como todos compartimos ese código, por asà decirlo, se entienden muy bien.
Para las dictaduras, la conspiración es una herramienta increÃblemente útil
De los Simpsons a Franco: ¿Fue el dictador un conspiranoico?
En este sentido, Franco usó la conspiranoia a su favor, como tantos otros dictadores. Pero nadie lo hizo de una forma tan obvia y evidente, casi dirÃa tan ejemplar para los propósitos de este libro, como Franco. Escribió panfletos conspiranoicos con pseudónimo. Se hacÃa llamar Jakim Boor, como para insinuar que no lo decÃa un español, sino una eminencia internacional en el tema de la conspiración.
Lo interesante, lo preocupante de estos últimos meses, es que ha convertido en conspiranoicos a gente que jamás sospecharÃas que se iba meter en esta madriguera de conejo. Asà pues, yo creo que ya no hay. Las conspiraciones están demasiado extendidas. Yo lo veo más como un virus mental que ni siquiera nosotros sabemos cuándo lo vamos a coger.
¿Y las vacunas contra el virus, en este caso, no funcionan?
Es complicado porque el pensamiento conspiranoico es la sospecha y la duda de todo; en el momento en el que empiezas a sospechar de que los medios de comunicación mainstream están mintiendo. De que están dominados en la sombra por poderes ocultos que nos tienen comprados y que, por tanto, los utilizan como órganos de difusión de sus mentiras.
¿Cómo se sale de eso? Cuando pones en duda la realidad más tangible, es muy difÃcil salir, volver atrás. No es imposible. Yo lo comparo mucho con las sectas. No se puede salir de una secta. Es como ponerse unas gafas. Una vez te las pones, todo lo que ves, todo lo que experimentas, está tamizado por ese marco. Y ya es muy difÃcil quitarte esas gafas.
Pensar que todo lo malo que nos sucede es por obra de nuestros enemigos, de alguien que nos quiere hacer mal en lugar de asumir nuestra propia responsabilidad, es el primer paso hacia empezar a creer que realmente las manos negras dominan el mundo
Eso es el primer paso hacia empezar a creer que realmente las manos negras dominan el mundo. Y que nosotros, como sociedad, no paramos de experimentar desgracias porque hay un plan detrás matemáticamente trazado por gente interesada en conducirnos por un lado o por otro.
La alternativa es asumir que estamos en manos del caos y de la arbitrariedad y de la torpeza y de la confusión, que son un poco los motores del mundo moderno. Pero resulta más tranquilizador pensar que hay un plan, aunque sea malvado. Pero un plan al fin y al cabo.
Para teorÃa de la conspiración, la de este libro. El periodista y escritor Noel Ceballos estaba preparando un ensayo sobre el pensamiento conspiranoico. Se estaba documentando sobre unas ideas que flotaban en los márgenes de la sociedad, pero que empezaban a tener cada vez más peso.
Era diciembre de 2019 y el mundo estaba a punto de cambiar. A medida que escribÃa, los acontecimientos se agolpaban en el televisor. Un virus nos encerró en casa y la gente se volvió loca. Algunos empezaron a pegarse monedas en la piel, otros salieron a la calle a quemar nieve y los más envalentonados asaltaron el Capitolio. El pensamiento conspiranoico pasó de los tuits a los titulares.
Ceballos asegura que todos estos acontecimientos han sido casuales y que no corresponden a un plan orquestado para vender más ejemplares de El pensamiento conspiranoico, su último libro. De hecho, lamenta, la realidad hizo que cambiara su idea de hacer un compendio cronológico de estas teorÃas y que decidiera saltar del pasado al presente. Del terraplanismo, a los illuminati, de Franco al Pizzagate, de Bill Gates a la Revolución Francesa.
Tendemos a pensar que las teorÃas de la conspiración son cosa del presente, pero en tu libro haces un compendio histórico citando varios libros que podrÃan considerarse algo asà como las Biblias de la conspiranoia
Más bien una gran biblioteca. Antes de que existiese internet ya habÃa memes, habÃa mensajes que se hacÃan virales. Los protocolos de los sabios de Sión [libelo antisemita publicado en 1902 para justificar la persecución de los judÃos en la Rusia zarista] fue viajando de paÃs en paÃs. En cada lugar donde se publicaba, se le añadÃan una serie de particularidades o modificaciones locales. Esta es una de las principales caracterÃsticas de un meme, que va alterando su composición para adaptarse al contexto.
Exacto. Y aún más, un vÃdeo. Ahora mismo YouTube es una de las grandes plataformas de difusión del pensamiento conspiranoico. El hecho de que este se transmita por la red tiene otras consecuencias. Por ejemplo, lo hace más cacofónico.
En el pensamiento conspiranoico no hay un relato hegemónico, una cosmovisión hegemónica. Ahora circulan teorÃas de la conspiración que, en el fondo, son diferentes formas de interpretar el mundo.
La forma es distinta, pero el fondo no tanto. ¿Cómo ha llegado, por ejemplo, Los protocolos de los sabios de Sión, hasta nuestros dÃas? ¿Cómo se ha ido transformando ese meme hasta llegar al pensamiento conspiranoico actual?
Esta idea es la misma que propagaban antiguos libelos y rumores conspiracionistas que se le achacaba a la comunidad judÃa a principios del siglo XX. Y que acabó desembocando, como todos sabemos, en el horror del Holocausto. Ahora ya nadie es antisemita de una forma explÃcita y evidente. Pero hay muchÃsimas corrientes conspiranoicas que siguen teniendo ese antisemitismo inherente, posiblemente invisible incluso a sus propios ojos. Han creado un personaje de ficción que es este George Soros que describen en libros y que no tiene nada que ver con el original, es más parecido a supervillanos o genios del mal.
Las conspiraciones se nutren de la ficción y las ficciones se nutren de la conspiración. Están siempre dialogando entre ellas
En la última pelÃcula de James Bond, que trata precisamente sobre Spectra, vemos una reunión de este grupo de malvados y su puesta en escena está hecha a imagen y semejanza de los rumores que escuchamos sobre cómo es el Club Bilderberg o los illuminati. Es como este dibujo de Escher en el que una mano dibuja la otra. Las conspiraciones se nutren de la ficción y las ficciones se nutren de la conspiración. Están siempre dialogando entre ellas.
Gates predijo muchas cosas, pero nadie ha sabido ver el futuro como Los Simpson…
Y por eso hay una teorÃa de la conspiración sobre cómo adivinan el futuro, pero nadie se la toma demasiado en serio. Yo creo que sus creadores tienen tanta lucidez que muchas veces aciertan. Y la experiencia humana completa, o al menos toda la experiencia de la modernidad, está contenida en Los Simpson.
En siglos pasados, la gente tenÃa un referente común que era Shakespeare. Y en las obras de Shakespeare estaba contenida toda la experiencia humana. Y cuando ponÃan un ejemplo de ficción para explicar algo que estaba ocurriendo en la vida real, recurrÃan a sus libros porque ahà estaba todo. Pues ahora ese esperanto cultural lo han colonizado Los Simpson. Por eso nos sirve para explicar de manera muy sencilla acontecimientos que suceden en nuestras vidas. Como todos compartimos ese código, por asà decirlo, se entienden muy bien.
Para las dictaduras, la conspiración es una herramienta increÃblemente útil
De los Simpsons a Franco: ¿Fue el dictador un conspiranoico?
En este sentido, Franco usó la conspiranoia a su favor, como tantos otros dictadores. Pero nadie lo hizo de una forma tan obvia y evidente, casi dirÃa tan ejemplar para los propósitos de este libro, como Franco. Escribió panfletos conspiranoicos con pseudónimo. Se hacÃa llamar Jakim Boor, como para insinuar que no lo decÃa un español, sino una eminencia internacional en el tema de la conspiración.
Lo interesante, lo preocupante de estos últimos meses, es que ha convertido en conspiranoicos a gente que jamás sospecharÃas que se iba meter en esta madriguera de conejo. Asà pues, yo creo que ya no hay. Las conspiraciones están demasiado extendidas. Yo lo veo más como un virus mental que ni siquiera nosotros sabemos cuándo lo vamos a coger.
¿Y las vacunas contra el virus, en este caso, no funcionan?
Es complicado porque el pensamiento conspiranoico es la sospecha y la duda de todo; en el momento en el que empiezas a sospechar de que los medios de comunicación mainstream están mintiendo. De que están dominados en la sombra por poderes ocultos que nos tienen comprados y que, por tanto, los utilizan como órganos de difusión de sus mentiras.
¿Cómo se sale de eso? Cuando pones en duda la realidad más tangible, es muy difÃcil salir, volver atrás. No es imposible. Yo lo comparo mucho con las sectas. No se puede salir de una secta. Es como ponerse unas gafas. Una vez te las pones, todo lo que ves, todo lo que experimentas, está tamizado por ese marco. Y ya es muy difÃcil quitarte esas gafas.
Pensar que todo lo malo que nos sucede es por obra de nuestros enemigos, de alguien que nos quiere hacer mal en lugar de asumir nuestra propia responsabilidad, es el primer paso hacia empezar a creer que realmente las manos negras dominan el mundo
Eso es el primer paso hacia empezar a creer que realmente las manos negras dominan el mundo. Y que nosotros, como sociedad, no paramos de experimentar desgracias porque hay un plan detrás matemáticamente trazado por gente interesada en conducirnos por un lado o por otro.
La alternativa es asumir que estamos en manos del caos y de la arbitrariedad y de la torpeza y de la confusión, que son un poco los motores del mundo moderno. Pero resulta más tranquilizador pensar que hay un plan, aunque sea malvado. Pero un plan al fin y al cabo.